En este blog pretendemos compartir con ustedes nuestros pensamientos sobre finanzas públicas, economía política, politica económica y politica, aclarando como principio que las delimitaciones entre las mencionadas ramas del conocimiento no serán respetadas.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Norberto Ivancich
Norberto Ivancich. Según nos cuentan algunos amigos, asi será bautizado el Instituto de Capacitación y Formación Política del Partido Justicialista de Capital Federal. Que buen homenaje!!!
2 comentarios:
Stovokor
dijo...
No tengo dudas que fue un excelente historiador. Y me parece logico el homenaje.
Lameto que mi experiencia con el como profesor de Historia Argetina en primer año de la USAL fue malo.
Tenia poca paciencia para dictar clase a alumnos de primero. Y nos forreaba.
Y los examenes eran durisimos. Se ponia a leer el diario y uno tenia que hablarle, sin saber que esperar.
Preguntaba cosas muy puntales
"Como se llama la villa de los alrededores de Chicago de la cual venian los frigorificos USA a instalarse en el pais"
"Cuanta leguas exactas se entregaban de tierra en las concesiones a los ferrocarriles"
1. Año 1973, por ahí. Yo era parte de una agrupación peronista en Ciencias Exactas que respondía a un frente de no sé qué, que después fue parte de la Lealtad. Cada tanto, mandaban a alguien a bajarnos línea. Los que venían eran dos: Croqueta Ivancich y Alberto Iribarne (no me pregunten porque esos dos estaban juntos, no me acuerdo), pero cuando venía Iribarne nos hacía una sanata incomprensible e insoportable. En cambio Croqueta era muy claro, tremendamente persuasivo.
2. Año 1987. Croqueta seguía siendo tremendamente persuasivo. Yo no militaba ni nada y ni siquiera tenía contacto con él, pero no se cómo se enteró de que me iba a Europa y me mandó a repartir la revista Unidos por todo Madrid. Recuerdo unos días de calor tremendos en los que tuve que ir a la sede del PSOE, a la UGT y a no sé dónde más mientras lo puteaba mentalmente.
No sé si después lo volví a ver (Creo que me lo crucé en la Secretaria de Cultura en los 90, donde tenía algún cargo y donde me me dio la impresión de que no detestaba a nadie como al Chacho Alvarez). Era un tipo estraordinariamente querible y, al mismo tiempo introvertido, correoso. Me lo magino perfectamente martirizando a sus alumnos.
Aunque casi no lo conocí, su muerte me entristeció mucho. Como político, se parecía mucho a un ser humano.
2 comentarios:
No tengo dudas que fue un excelente historiador.
Y me parece logico el homenaje.
Lameto que mi experiencia con el como profesor de Historia Argetina en primer año de la USAL fue malo.
Tenia poca paciencia para dictar clase a alumnos de primero. Y nos forreaba.
Y los examenes eran durisimos. Se ponia a leer el diario y uno tenia que hablarle, sin saber que esperar.
Preguntaba cosas muy puntales
"Como se llama la villa de los alrededores de Chicago de la cual venian los frigorificos USA a instalarse en el pais"
"Cuanta leguas exactas se entregaban de tierra en las concesiones a los ferrocarriles"
¡Chan!
Dos recuerdos de Croqueta.
1. Año 1973, por ahí. Yo era parte de una agrupación peronista en Ciencias Exactas que respondía a un frente de no sé qué, que después fue parte de la Lealtad. Cada tanto, mandaban a alguien a bajarnos línea. Los que venían eran dos: Croqueta Ivancich y Alberto Iribarne (no me pregunten porque esos dos estaban juntos, no me acuerdo), pero cuando venía Iribarne nos hacía una sanata incomprensible e insoportable. En cambio Croqueta era muy claro, tremendamente persuasivo.
2. Año 1987. Croqueta seguía siendo tremendamente persuasivo. Yo no militaba ni nada y ni siquiera tenía contacto con él, pero no se cómo se enteró de que me iba a Europa y me mandó a repartir la revista Unidos por todo Madrid. Recuerdo unos días de calor tremendos en los que tuve que ir a la sede del PSOE, a la UGT y a no sé dónde más mientras lo puteaba mentalmente.
No sé si después lo volví a ver (Creo que me lo crucé en la Secretaria de Cultura en los 90, donde tenía algún cargo y donde me me dio la impresión de que no detestaba a nadie como al Chacho Alvarez). Era un tipo estraordinariamente querible y, al mismo tiempo introvertido, correoso. Me lo magino perfectamente martirizando a sus alumnos.
Aunque casi no lo conocí, su muerte me entristeció mucho. Como político, se parecía mucho a un ser humano.
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