domingo, 11 de julio de 2010

Bismarck o Beveridge

El mejor artículo sobre las jubilaciones que leí hasta ahora sale hoy en Página/12 y está escrito, como de costumbre, por José Natanson. Muy interesante fue enterarme que la reforma de los '90 también tuvo un detalle positivo, que fue el ordenamiento del sistema. Como dice Natanson, "se creó un solo ente gestor (el Anses), se centralizó el pago de todas las cotizaciones en una única contribución y se delegó su gestión en la AFIP", lo que debería haber aumentado muchísimo la eficiencia.

Sólo le agregaría un pequeño comentario. Los sistemas de seguridad social de reparto, sean éstos de pensiones, salud o de cualquier otra cosa, pueden ser bismarckianos (de Bismarck) o beveridgianos (de Beveridge). El modelo bismarckiano es un modelo contributivo, donde los aportes de los participantes del modelo financian los beneficios de los mismos participantes, excluyendo a los que quedan afuera. El modelo à la Beveridge es un modelo no contributivo donde el financiamiento proviene de impuestos generales y los beneficios tienden a ser universales, siendo así más inclusivos.

Pero en los dos casos la población activa sostiene a la pasiva. En uno, de forma segmentada a través de la pertenencia a determinados grupos profesionales, en el otro de una forma más integral y uniforme. Por eso, tanto en un sistema como en el otro, necesitamos que mucha gente contribuya, trabaje y pague impuestos, lo que se consigue aumentando la tasa de participación laboral de la economía, formalizando el mercado de trabajo, mejorando la productividad de los trabajadores y subiendo la edad de jubilación.

12 comentarios:

Musgrave dijo...

Este cuatrimestre tuve el privilegio de tutorear una excelente tesina sobre nuestro sistema de seguridad social, lo que me permitió seguir aprendiendo sobre el tema.

Se la voy a mandar a Natanson asi aprende un par de detalles.

1-En Argentina la baja cobertura del sistema de seg social es resultado, en entre otras cosas, de las politicas laborales impulsadas por Menem.

2-El 40% de los trabajadores formales (en blanco) no hacen aportes, merced a que trabajan bajo regímenes prohijados bajo la flexbilización laboral.

3-Como nos recordaron Rivas y Sabatella, medio año antes de lanzar la reforma del 94, se redujeron los aportes patronales en un 50%, por lo tanto se terminó de herir de muerte al sistema bismarkiano (contributivo)


4-Por algún lado debe haber un par de tipos envidiables porque son multiorgasmicos. Porque last week H.V. nos refrescó que el 82% tuvo vigencia, efímera pero la tuvo

ayjblog dijo...

solo les falto un renglon, o dos de perspectiva historica, y el por que de los nombres, no todos saben Ana el miedo al fantasma que recorria Europa (Bismarck) o que hacemos despues de la 2da guerra (Lord Beveridge), el resto, al fin no pide plata por una vez

Musgrave dijo...

Ayjblog, si en lugar de usar como fuente a Cepal, Natanson leyera FP no hubiera cometido ese olvido.

Ana C. dijo...

Mus, Cepal es una de mis tres fuentes preferidas!!

Federico Thomsen dijo...

Aquí salió hoy un buen, aunque no completo, ayuda-memoria sobre el tema:
http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2010/07/11/noticia_0010.html

Jorge Devincenzi dijo...

Muy bueno Natanson, pero eso del mito del orgasmo masculino...... es como mentar la cuerda en casa del ahorcado

Roland Deschain dijo...

Esta bueno el artículo como un introductorio, pero termina diciendo que es un disparate el 82% (a lo que adhiero) pero sin argumentarlo....es una nota de color nomás sobre cómo llegamos hasta ahora, pero no mucho más.

Unknown dijo...

El comentario del post me parece excelente.
El criterio por el cual el 82% móvil no se puede pagar, según Natanson, cual sería: ¿por que los trabajadores actuales no pueden sostener el número de beneficiarios?
Pero ¿acaso la AUH no se paga como algo totalmente incondicionado?
Si hay algo que vale la pena subsidiar, sería la caja de la ANSES, para que pueda pagar cosas como el 82% móvil, o la AUH. Aún cuando haya que resignar alguna obra pública, que quizá no sea el caso.
Excelente este blog, como siempre.
Saludos!

El Bosnio dijo...

Creo que sobre el 82% no hay que preguntarse si se puede, sino si se debe. Si resulta que es algo que cnsideramos una obligacion, tenemos que avanzar hacia el con los costos que tenga.
En el extremo una misma sociedad, con la misma productividad, podria distribuir la renta al salario de una forma distinta, distribuyendo de forma diferente entre los activos y los pasivos, sin tocar la porcion de la renta que se lleva el capital.

Aunque, tengo la impresion, que una medida como esta afectara la distribucion de la renta al capital, presionando sobre la recaudacion aun mas que sobre el amesetamiento de los salarios.

Ana C. dijo...

Elbosnio, hay una cuestión de distribución intergeneracional y tampoco se trata de crear una clase de jubilados que se pasen la vida jugando al golf y yéndose de vacaciones al Caribe, mientras hay nenes desnutridos, el sistema educativo sufre y parte de la gente en edad de trabajar lo hace en malas condiciones.

El objetivo debería ser jubilaciones decentes, no el 82% móvil.

El Bosnio dijo...

Ana, que serian jubilaciones decentes? El 82% es un simbolo, como podria ser 20 o el 100. Solo tenemos que decidir que clase de sociedad somos y asumirlo como un compromiso. Cada nivel tendra consecuencias, buenas y malas.

Pero no es una cuenta de cuanto sobra sino al reves. Dime que sociedad buscas y te dire que carga impositiva y que distribucion intergeneracional ocasiona.

Alejandro dijo...

¿el 82% móvil sería una jubilación decente, o más aún, correspondiente a jubilados ricos? Para el 70% o más de la población, de ninguna manera. Porque los sueldos son de pobreza.

Publicar un comentario