jueves, 26 de junio de 2008

Musgrave y el Congreso

En la política fiscal de un país se descubre el alma de su pueblo.

Una frase tan maravillosa que cuando la leí me hubiera gustado que se me hubiera ocurrido a mí. Encima, además de tenerme que conformar con que se le ocurrió a otro, tendré que conformarme con no acordarme dónde la leí y citarla sin fuente. Pero la frase es tan, pero tan cierta. En la política fiscal de un país se descubre si su gente es solidaria, caprichosa, generosa, impaciente, realista, individualista, cooperativa, arriesgada o egoísta. Porque la política fiscal de un país refleja los acuerdos que hayan logrado, o no, los habitantes de ese país para resolver de manera común los problemas que sin organizarse, no se resuelven de la mejor manera posible. De manera eficiente, como nos gusta decir a los economistas. Y en la manera en que se diseñe la política fiscal se nota el espíritu de su gente.

Musgrave, un economista que creía que una sociedad mejor y más solidaria era posible, decía que la política fiscal cumple tres funciones, que tienen que ver con el rol del Estado: una función de asignación de recursos, una función de distribución del ingreso y una función de estabilización de la economía. Si a mí me dan a elegir, elijo las tres, por eso de quedarme con el pan y con la torta, y porque además creo que las tres se complementan.

En primer lugar, el Estado sirve para asignar mejor los recursos en caso de que haya fallas de mercado. En esos casos, el mercado no llega, ni de cerca, al optimum optimorum, que es como el nirvana de los economistas, y la intervención estatal nos pone más cerca. En segundo lugar, porque esa asignación más o menos óptima puede no ser la que a la sociedad le parezca la más justa y una sociedad con demasiados pobres tampoco es eficiente porque se desperdician los recursos humanos. Y en tercer lugar, una economía inestable ni asigna los recursos en forma eficiente, ni consigue que la distribución sea justa porque las señales con respecto al futuro se confunden.

Pero si el Estado tiene que cumplir un rol, es necesario que ese rol se discuta y se acuerde entre todos, en un clima de sana discusión política. Que se discuta si se quiere una sociedad solidaria, caprichosa, generosa, impaciente, realista, individualista, cooperativa, arriesgada o egoísta. Y el lugar donde se tiene que discutir es en el Congreso, entre muchos, y no solamente en la Casa Rosada, entre cuatro. Que de eso también se trata la política, caramba.

Musgrave, y ahora vuelva y hágale honor a su pariente, que yo me tomo un descanso, así no aburro.

21 comentarios:

Juan dijo...

De acuerdo. Hay que discutir el modelo de sociedad desde la primera fase, en ver como se consiguen los recursos para financiar los distintos objetivos. De acuerdo que ese debate tiene que ser plural y que el Congreso parece ser un lugar determinante en ese debate.

De acuerdo, también, que una sociedad compleja se organiza no sólo política o culturalmente, sino en torno de intereses materiales concretos, constantes y sonantes.

En nada de acuerdo que un grupo de interés (que legítimamente se organiza para defender lo suyo) diga: Si no legislan ésto así, tenemos que cerrar el Congreso porque todos los legisladores son unos brutos.

Salu2

Tincho dijo...

Ana me haces acordar a las clases de Finanzas Publicas. Lastima que nunca me lleve bien con los profesores por su insistencia neoclasicas o neoinstitucionalista que llegaba en a ser irritante.

Concuerdo en el argumento, hay que debatir en el congreso. A ver en que gastamos y como lo financiamos. Aunque la cuestion no se quede ahi por los miles del problemas que hay es necesario dar ese paso inicial. Y tambien en eso influye derogar de una vez por todas la ley de "emergencia economica" y los decretos de necesidad y urgencia que se usan como moneda corriente.

Saludos

Natalio Ruiz dijo...

No taxation without representation.

Saludos

Cosas que Pasan

Musgrave dijo...

Ana C, "la discusión entre todos" no son las elecciones? No es ahí cuando la sociedad decide que tipo de Estado quiere tener?
Taxation with the 45% of representation, o no fue ese el resultado de las elecciones?

Ana C. dijo...

Juanedu, tal cual. Si los legisladores legislan de forma transparente, los lobbies deberían aceptarlo.

Musgrave, las elecciones son sólo una parte de la discusión entre todos. Limitar la discusión a las elecciones es lo mismo que ponerle límites al poder del pueblo, que gobierna a través de todos sus representantes, no sólo el Poder Ejecutivo. Además, en un país como la Argentina, que está en proceso de reconstrucción, la discusión debería ser mucho más abierta y tender hacia resultados que sean más sostenibles políticamente a largo plazo. No se puede seguir dando saltos de una punta a la otra.

Por otro lado, el resultado de las elecciones ¿se basó en una ciudadanía informada sobre la política tributaria que se venía? Mire este post. Encima, uno o dos días antes de las elecciones, la presidenta dijo: no va a haber reforma tributaria.

Anónimo dijo...

¿Podrias dar algun ejemplo de correlación entre sistema imposiivo y tipo de sociedad? No veo la relación.
En cuanto a como financiarse esta en la constitución, aconsejo dos libritos Bases de la Constitución Nacional y Sistema Económico y rentístico, ambos de un tal Alberdi de Tucuman.

Ana C. dijo...

Parece que tenemos un lector nuevo. En los post bajo la etiqueta "Estados de Bienestar" se puede ver de qué se trata.

Gracias por la recomendación de lecturas. Desconocíamos la existencia de ese autor :-P

Anónimo dijo...

Ana por la sobervia de su respuesta parece cristinista

Primo Louis dijo...

La idea de que la transparencia haria que los lobbies se conformen es casi hilarante. Los Lobbies son lobbies porque actúan según los intereses de sus sectores, no por el bien de la humanidad.

Dele un respiro a su idea de la democracia dialogante, que a Habermas hace rato que nadie lo toma en serio.

Ana C. dijo...

¿Soberbia? ¿Por recomendarte posts antiguos? Fue más vagancia que otra cosa.

Primo, mire acá. El accionar de los lobbies no se puede evitar, pero se puede regular. Aunque bueno, da trabajo.

Anónimo dijo...

Ana, la frase tiene la belleza engañosa de la poesía, lo que Platón quería desterrar de su República.

Sería válida en tanto aclaremos que no usamos "alma" en sentido lato, cosa de la que se suele abusar bajo el acápite "Los argentinos somos así o asá".

Pero, una vez admitida como metáfora del estado actual de una sociedad, como resultado de una Historia concreta, podremos investigar a ésta para producir conocimiento real.

En nuestro caso esa Historia nos habla de sucesivas correlaciones de fuerza entre grupos de intereses diferentes sobre cierto terreno de características peculiares.

En USA la correlación de fuerzas se definió en una Guerra Civil en la cual los industriales del Norte vencieron y subordinaron a los hacendados del Sur y condujeron la expansión agrícola al Oeste.

Ni hace falta decir que no fue así entre nosotros. No había intereses industriales hacia 1880. Un proyecto agroganadero y financiero de complementación con Gran Bretaña, centrado en Bs As, venció a otro semejante, pero más federal.

La industria no pudo surgir sino en los márgenes del modelo, en épocas de crisis y aislamiento. La famosa "burguesía industrial nacional" estuvo demasiado atada a su origen y nunca fue capaz de generar un proyecto "heroico" como la de USA. Como mucho, ese Estado Protector peronista.

Bien, es lo que hay. Ahora lo que se va a decidir por vía del Congreso es si vamos por un proyecto agro-industrial eficiente a costa de la liquidación darwinista de todos los trabajadores y empresarios que no cuentan con las ventajas comparativas de ese sector o si vamos por un desarrollo equilibrado y solidario.

Si vamos por esto último el bloque agro-industrial tendrá que ceder parte de sus súbitas ventajas externas. Sus exigencias no deben imponerse. Si resignan una parte por las buenas será mejor para todos.

Y, si no, ¿de qué lado se pone Ud.? El instrumento político existente es el kirchnerismo. No es el mejor ni el más tragable. Pero del otro lado sólo hay "darwinismo". Demasiados intelectuales en estos días quieren ponerse por encima de la disyuntiva.

Es lo que se llama -para cerrar con otra metáfora- la "Almas Bellas" que no se ensucian con el "Barro de a Historia" pero quieren erigirse en sus Jueces y sólo consiguen ser la Intrascendencia.
Saludos.

Yaya dijo...

Epa Roberto! muy buena esa prosa final. Mi coincidencia con el comentario y más con la definición del kirchnerismo y "el más allá"

Anónimo dijo...

Bolsa de Frankfurt:
Buenos Aires 2028 cupon 9,625 %, ultima cotizacion 64 %.

Total de intereses a pagar por el Gobernador Scioli, semestrales, hasta el final de su mandato: USD 33,68

Valor de recupero en caso de default, suponiendo una reestructuracion similar a la del 2005 = 30 %.

30 % + 33.68 % = 63.68 %.

La invito a que haga Ud misma los numeros sobre la probabilidad de default, Ana C.

Anónimo dijo...

Musgrave (el que escribe aquí) seria el ministro de economia ideal del Kirchnerismo.
No soy economista pero la verdad no entiendo como una resolución que incrementa una alícuota de un impuesto puede transformar un "proyecto agro-industrial eficiente a costa de la liquidación darwinista de todos los trabajadores y empresarios que no cuentan con las ventajas comparativas de ese sector" en un "desarrollo equilibrado y solidario".
Salu2
camargen

Ana C. dijo...

Bueno, Roberto, su comentario resultó también bastante poético.

Lo cierto es que en la política fiscal de un país se resuelven, o no, los conflictos de intereses de distintos grupos y ahí es donde se refleja el alma de ese pueblo. En su capacidad o no de resolverlos y en caso de que así sea, cómo.

En cuanto a mi visión sobre este caso en particular, yo creo que la resolución 125 tiene que ser rechazada por completo y a partir de ahí las retenciones se tienen que discutir desde el principio en el Congreso como parte de una política agropecuaria global.

Y por supuesto que no creo que la disyuntiva sea kirchnerismo o "darwinismo". Hay otras alternativas posibles, muchísimas en realidad.

Don Spam, ¿usted quiere que yo me preocupe por la probabilidad de default de un bono que vence en 20 años y que se va a renegociar quinientas veces hasta entonces? De aquí a 20 años, con suerte, Argentina tiene una política fiscal responsable y sostenible.

Anónimo dijo...

Ana C: Hay poesía "blanca" como la de Whitman y "negra" como la de Baudelaire. Optimista o realista, por decirlo de algún modo.

Ud. es optimista; sabe el modelo de país que quiere (y con el que podemos coincidir) y sabe "lo que se debería hacer" para obtenerlo. Un imperativo categórico kantiano; correcto, pero abstracto.

Yo también sé "lo que se debería hacer" y tengo mi ética kantiana. Pero además tengo en cuenta a Hegel y a Marx; la Historia y las fuerzas reales que juegan la partida. Me atengo a los bueyes con los que tengo que arar (algo que, dicho sea de paso, nuestros sufridos chacareros ya no tienen que hacer gracias a la siembra directa).

Si ahora se rechaza la 125 en el Congreso, lo que la reemplace no va a ser una ley agropecuaria inteligente y comprehensiva. Va a ser el triunfo del país exportador de commodities por siempre.

Así como en 1940 Pinedo intentó un tímido programa industrialista para aprovechar una oportunidad inesperada y le bajaron el pulgar.

De lo que se trata es de preservar la posibilidad de que un futuro gobierno (mejor que éste) realice el plan racional y con todos los chiches que Ud. sueña. Pero si ganan los "Alfreditos" no habrá ninguna posibilidad. Sólo darwinismo.

Anónimo dijo...

The fiscal history of a people is above all an essential part of its general history.
Our people have become what they are under the fiscal pressure of the state.
Fiscal measures have created and destroyed industries, industrial forms, and
industrial regions even where this was not their intent, and have in this manner
contributed directly to the construction (and distortion) of the edifice of the
modern economy and through it of the modern spirit. But even greater than
the causal is the symptomatic significance of fiscal history. The spirit of a people,
its cultural level, its social structure, the deeds its policy may prepare – all this
and more is written in its fiscal history, stripped of all phrases. He who knows how to listen to its message here discerns the thunder of world history more clearly than anywhere else (J. Schumpeter, 1991, "The Crisis of the Tax State", en R.A. Swedberg (ed.), Joseph
A. Schumpeter: The Economics and Sociology of Capitalism. Princeton, NJ: Princeton
University Press.)

Anónimo dijo...

“Joseph Schumpeter once claimed to be able to detect the thunder of world history in accounts of public finance. Fiscal topics – issues of the budget, taxation, the growth of state spending – best revealed the spirit of a people, its cultural level, its social structure. The development of the welfare state is a topic which similarly conceals questions of utmost importance under matters that may at first seem merely technical and abstruse. Social insurance, old-age pensions, workers’ compensation, actuarial risk, waiting time, point indexation and cost-of-living differentials rarely seem the stuff of dramatic narrative. In fact, approached from the right angle, the nuts and bolts of social policy testify to the heated struggles of classes and interests. The battles behind the welfare state lay bare the structure and conflict of modern society.”

Peter Baldwin – The Politics of Social Solidarity.

Ana C. dijo...

Roberto, si ahora se rechaza la 125, las consecuencias no serían tan graves (eso del modelo agroexportador y para siempre), pero quizás haría que la forma de gobernar se hiciera un poco más transparente. Si se aprobara sin discusión, se acentuaría la falta de credibilidad del gobierno y la falta de confianza de los argentinos en las instituciones políticas.

Muchísimas gracias por las citas, Anónimo y Martín, pero no me suena que haya sido ninguno de los dos. La idea es la misma, sin embargo.

"La batalla que se esconde detrás del Estado de Bienestar deja desnuda la estructura y el conflicto de la sociedad moderna".

¿Cómo se aplicaría esto a la actual batalla argentina?

Anónimo dijo...

Ana:
No digo que deba aprobarse sin discusión (la que ya existe y con modalidades caóticas de participación directa de los productores en las reuniones de comisión, mate en mano) y ni siquiera sin modificaciones.
Lo que digo es que en el Congreso no debe imponerse la voluntad sectorial por encima de la representación política universal.

Ahí es donde se revelan las limitaciones de una formación académina económica cuando no se complementa con la de Historia o Ciencias Sociales. Lee la primera oración de Merleau Ponty que cita Pablo en La Barbarie: "Hemos dicho que toda legalidad comienza por ser un poder de hecho".

La pregunta que hacés es crucial y es lo que he intentado hacerte comprender. La derrota política del gobierno en este caso no sería anecdótica.
La mediocridad confusa de este modelo sería reemplazada por otro más racional, pero en un sentido impiadoso (darwinista) que ya hemos conocido: la "cirugía mayor sin anestesia" de la que se ufanaba el tándem Menem-Cavallo, con sus efectos colaterales de decadencia y exclusión de las ramas industriales privadas de las ventajas comparativas que el mercado mundial ofrece a la producción agrícola y sus industrias vinculadas.

Casualmente, la nota de Zaiad en Página de hoy expresa de manera clara lo que te estoy diciendo.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-106846-2008-06-28.html
Saludos

Ana C. dijo...

Roberto, yo tampoco digo que en el Congreso se deba imponer la voluntad de un sector en detrimento de los otros. Pero me parece que creo más que vos que en este caso específico ese sector tiene un poco de razón. Y cuando hablo de razón no me refiero al interés individual de ellos, sino al interés de todos los argentinos.

Bueno, yo sé que mirar todo desde la óptica del economista tiene sus límites, por eso siempre digo que el estadista ideal sería economista, jurista, sociólogo y politólogo al mismo tiempo. Igual los economistas tenemos una rama que se llama Economía Política que ayuda bastante a entender de qué se trata.

Volviendo a la pregunta de mi comentario anterior, parte de lo dramático de esta historia es que me parece que el Gobierno no supo interpretar ni la estructura ni los conflictos dentro de la batalla y por eso, lo que vos interpretás como "derrota política", al igual que ellos, en realidad quizás sería una victoria para el resto de los argentinos. Yo tengo mis serias dudas que este gobierno esté intentando construir un Estado de Bienestar inclusivo.

Zaiat empieza bien, pero cuando empieza con argumentos engañosos, como el de la falacia de la renta extraordinaria, o lo de la soja, la carne y la leche, me pongo nerviosa y abandono. Al final, termina siendo un panfleto pro-retenciones. Lo cierto es que las únicas retenciones que tienen cierta justificación económica son las de la soja y a lo mejor las de limones, las demás son perjudiciales para la economía argentina y en este momento hasta la exportación de peras paga retenciones.