jueves, 26 de enero de 2012

Las Escaleras no serán sólo Brasileras

Estas últimas semanas asistimos a una enésima versión del cuento de la buena pipa en las relaciones comerciales con nuestro gran país hermano del Brasil.
El cenit de esta situación lo encontramos en esta interesante nota de La Nación.


Para Brasil, la Argentina ha sido un "problema permanente


Que claramente obtuvo su respuesta de parte nuestra Ministra de Industria 


Hasta aquí todo parecía ser nada más, como dije más arriba, que una nueva ronda del clásico minué del Mercosur. Pero de casualidad encontré este artículo en la revista The Economist. 


Leyendo la nota nos enteramos que mientras Pimentel, ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior brasileño, se queja de las trabas que las politica comercial argentina le pone a las exportaciones brasileras, Brasil trata de regular al máximo las compras de autos chinos.

"The prominence of the location is appropriate: imported Chinese cars have suddenly become a visible presence on Brazil’s roads. This has alarmed Brazil’s car industry and President Dilma Rousseff’s government. Last month a 30-percentage-point tax increase on cars with less than 65% local content took effect, taking the tax on some imported models to a punitive 55%—on top of import tariffs.

The tax increase is an unusually blatant act of protectionism. It almost certainly violates the rules of the World Trade Organisation, of which Brazil is normally an enthusiastic supporter. It shows how sensitive the government of President Dilma Rousseff is to claims that the country is suffering “de-industrialisation”.

Al terminar de leer la nota, me acordé inmediatamente de Ha-Joon Chang, las escaleras y de Charly