lunes, 17 de septiembre de 2007

De piratas y políticos


Los piratas usaban la bandera de la calavera para ganar más guita. ¿Cómo? Generaron la reputación de que si un barco se resistía al abordaje, torturaban y mataban a todos. La bandera pirata actuaba entonces como disuasivo a la resistencia, permitiendo en general obtener el botín completo sin tener que pelear.

¿Será por eso que tan poca gente honesta y capaz se mete en política? (la frase clave es "incumbent policymakers can influence the rewards of future policymakers, leading to path dependence in quality: bad governments sow the seeds for more bad governments.") Digo, en la Argentina para ser político tenés que quedarte en reuniones hasta las 3 de la mañana armando listas, estar dispuesto a ser procesado penalmente independientemente de tu inocencia, bancarte que todo el mundo piense que sos un corrupto y siguen las firmas...

(ojo, también puede ser que seamos nosotros. Torcuato di Tella escribe en algún lado que el político medio es más honesto que el argentino medio).

6 comentarios:

Musgrave dijo...

Las levantadas periodísticas del libro de Greenspan, donde alaba a Bill Clinton y critica a Bush hijo, no contradicen el argumento pirata?
Por no citar ejemplos vernáculos.

Y otra una pregunta, usted no era weberiano,la vocación donde quedó?

Lindahl dijo...

si, lo único que estoy diciendo es que hace falta mucha...

Musgrave dijo...

L, por sus respuestas cortitas y al pie, usted se parece cada vez más a Román.

Ana C. dijo...

¿Está pensando en dedicarse a la política, Lindahl?

Parece que a los italianos también los preocupa el tema...

Lo que es medio deprimente es eso de que los malos políticos pueden influir sobre las retribuciones de los políticos en general exactamente con el objeto de quitar a los buenos del medio.

(rewards may be manipulated by bad politicians exactly with the purpose of keeping good citizens out of politics).

Lindahl dijo...

me honra, musgrave.

ana, a la política electoral no, pero asesor de príncipe siempre es una opción. lo que me preocupa es la calidad de los príncipes...

Ana C. dijo...

Elija bien a su príncipe entonces, Lindahl, que si usted lo asesora, yo lo voto.