miércoles, 23 de julio de 2014

Griesa, la marioneta de los buitres


Manos amigas me enviaron la transcripción de la audiencia de ayer de Griesa con los bancos y los buitres.
Quizás ya la leyeron, si no lo hicieron háganlo. Es increíble como un juez con esa incapacidad y parcialidad manifiesta puede estar en funciones sin que sea sometido a un proceso de juicio político por mal desempeño de sus funciones.
Claro las instituciones republicanas yanquis funcionan de forma eficiente o transparente. O acaso no hay cientos de papers escritos por politólogos yanquis y argentos diciendo q el Congreso yanqui es el modelo de una institución eficiente? No voy a dar los nombres de nuestros colegas argentos q dicen eso porque ya están dichos en otros posts y no quiero desviar el foco de la atención.
Si puedo, voy a traducir el pdf porque esta en inglés pero mientras tanto los que pueden, léanlo clickeando acá.
Toda discusión se acaba cuando se ven los hechos.
La única verdad es la realidad

7 comentarios:

Ricardo P. Natalucci dijo...


El ex inspector de la Dirección General Impositiva Ricardo Ariel Rotsztein, que por alguna oscura necesidad psicológica fantasea con ser Richard Musgrave, dice aquí que “Toda discusión se acaba cuando se ven los hechos”. Sin embargo, en el documento al que hace referencia [1] no se observa ningún hecho que justifique la agraviante frase con la que Rotztein titula su artículo, sino que por el contrario lo que se observa es un juez que está demostrando humildad, ecuanimidad, muchísima paciencia, y muy buena voluntad para que las partes lleguen a un acuerdo en el marco de la ley y de la justicia.

Ref.: 1) http://ftalphaville.ft.com/files/2014/07/Transcript_22July.pdf

Ricardo Patricio Natalucci
DNI: 8464942
Ex director del portal periodístico especializado indec.com.ar, recientemente censurado, clausurado, y expropiado violando garantías constitucionales por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Nico dijo...

Sinceramente vengo siguiendo este tema desde hace mucho tiempo (porque los acreedores mal llamados "fondos buitre" -hay varios que no son fondos- tienen fallos a favor hace rato) y nunca me pareció que Griesa fuera parcial. Es más, me parece que le dio a Argentina bastante tiempo y oportunidades para pagar lo que dicen los bonos. Esto no es una quiebra de un deudor privado y menos mal, porque si no ya estaríamos rematados hace tiempo por lo que se tardó en llegar al canje 2005. El tema ha sido manejado con mucha impericia desde el principio por la Argentina.

GrouchoMarx dijo...

Amigo inspector, debo coincidir en un 92,4% con los comentaristas previos.
Acá la cosa se hizo muy mal. Conseguir una adhesión de sólo el 92,4% de los bonistas es un fracaso total. Si en lugar de ofrecer una quita del 65% y plazo de pago se hubiera seguido el impecable criterio del juez Grieta, deberíamos haber ofrecido un pago único de la totalidad de la deuda en default con sus intereses. Ahora no tendríamos este problema con los holdouts injustamente denominados “buitres”. Hubiera sido un pari passu para todos.
Pero como las cosas se hicieron mal y no se pensó en la totalidad de esos pobres inversionistas del exterior (y locales) sino solamente en un minúsculo porcentaje (ese escaso 92,4%), deberemos regularizar la deuda pendiente.
Y como estamos ya hartos del despilfarro de fondos públicos que hacen los distingos gobiernos que debemos padecer, entiendo que lo correcto es que, a fin de evitar las consecuencias de las cláusulas RUFO se proceda a pagar de inmediato lo adeudado a los pobres buitres, con una condición: Dado que la deuda que reclaman los holdouts es por títulos emitidos PREVIO al default de 2001, es razonable que quienes contrajeron, fomentaron, reconocieron, estatizaron y/o refinanciaron la deuda externa, asuman el pago con sus bienes personales.
Que los señores Cavallo, Fernández, Mulford, Brodersohn, Marx, Liendo, Sturzenegger (p), Sturzenegger (h), López Murphy, Machinea, Broda, Espert, Artana, Melconián y una larga, larga fila de economistas que durante los dorados años de la convertibilidad y antes nos ilustraron sobre las delicias del endeudamiento para sostener un modelo de libre mercado, se hagan cargo. Con 100 de esos brillantes economistas enriquecidos, poniendo a razón de 15 palos verdes cada uno cancelan la deuda con sus entrañables amigos. Podemos agregar algunos empresarios y comunicadores que colaboraron para instalar el modelo de libertad que gozamos en esos recordados que descarto que colaborarían y el éxito sería total.
Que se hagan cargo ellos. Ya sabemos que el Estado es malo. Que no le pidan al Estado nada. Es malo, caca. Que lo garpen ellos. Que hagan una vaquita o pidan prestado. No pueden quedar mal con sus amigos de siempre.

Ricardo P. Natalucci dijo...


Luego de una luz de esperanza (dada por el comentario de quien firma Nico) de que en relación a la deuda externa se asuma aquí e este blog que “el tema ha sido manejado con mucha impericia desde el principio por Argentina” (y yo agregaría que se lo sigue manejando con la misma impericia o aún más al día de hoy), aparece alguien que imagina ser inteligente como Groucho Marx, e irónico (tal vez como Iron Man o como Ironside (algún nick ya se le va a ocurrir)), pero que lo único que demuestra es ser desmemoriado como no recuerdo quién, o bien mal intencionado.

En la República Argentina de no hace tantos años, y tras la caída del delincuente Fernando de la Rúa que se enriqueció personalmente a costa de fundir al país, hubo una propuesta de suspender los pagos de la deuda para analizar y diferenciar la parte de la deuda legítima de la ilegítima, y esa propuesta fue de Adolfo Rodríguez Saá.

Esa propuesta en principio sensata y honesta, pero que con el ruido de los aplausos de la CGT se fue desvirtuando y produjo en Rodríguez Saá en alguna medida lo que podríamos llamar “el síndrome de Galtieri”, fue lo que llevó a Eduardo Alberto Duhalde a resurgir sus propias aspiraciones presidenciales y a poner en práctica una confabulación contra Rodríguez Saá.

Durante su presidencia, Duhalde nombró ministro de Economía a Roberto Lavagna, quien elaboró su plan para atar la mayor parte posible de la deuda a los índices del INDEC (concretamente al cálculo del IPC (el índice que mide la inflación) y del PBI), aprovechando los contactos que tenía con ese sector del INDEC, y su conocimiento de aspectos metodológicos aberrantes y ocultos.

Así empezaba una nueva etapa, en la cual el problema de la deuda externa y el de las distorsiones metodológicas de los principales indicadores del INDEC quedarían unidos al menos por varias décadas.

Continúa...

Ricardo P. Natalucci dijo...

...continuación

Pero el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en los hechos conocidos como “la masacre de Avellaneda”, asustó a Duhalde (que ya se había asustado antes con el asesinato del periodista José Luis Cabezas en su provincia), y decidió nombrar como una especie de príncipe heredero o favorito a Néstor Kirchner, un gobernador que había hecho cierta fortuna como buitre de cabotaje en el ventoso sur argentino, y a quien le legaría también su ministro de Economía y con él el plan Lavagna.

Kirchner, con su ministro Lavagna, decidieron “honrar la deuda”, de una manera muy particular: 1) Quitándoles buena parte del valor de sus mal habidos títulos de deuda a muchos aprovechadores de la historia argentina, pero quitándole al mismo tiempo e indiscriminadamente buena parte de sus ahorros a pequeños ahorristas y jubilados, argentinos y extranjeros que habían confiado honestamente en Argentina; 2) Atrayendo con su accionar una vez más a fondos buitres nacionales e internacionales para que pudieran comprar bonos a precio vil; y 3) Pagando toda la deuda al Fondo Monetario Internacional (ésto ya más exclusivo de Kirchner, y en un solo pago, al mejor estilo Patoruzú), y aduciendo que ese pago preferencial al FMI era para no tener que estar dependiendo de las imposiciones de ese organismo de crédito internacional.

El 9 de abril de 2006 Néstor Kirchner se enteró por un editorial de Jorge Lanata publicado en el periódico Perfil [1], de la aberración metodológica que había en el cálculo del IPC, y se dio cuenta de algo que se le había pasado desapercibido a Lanata, y que tenía relación directa con la deuda externa, con los bonos atados al IPC y con los bonos atados al PBI. Eso fue lo que motivó que Kirchner comenzara a trabajar para intervenir el INDEC.

Su esposa le sucedió en la presidencia de la Nación, continuó con el particular método de “honrar la deuda”, y durante un tiempo en el proyecto de democratización de la medición de la inflación, hasta que terminó sucumbiendo, permitiendo y fomentando que los directivos del INDEC publicaran índices innegablemente falsos, y traicionando las convicciones expresadas por su esposo, al aceptar ella nada menos que las imposiciones del FMI de que la inflación no se midiera democráticamente.

Los acuerdos con Repsol y con el Club de París completaron el panorama para que el muy paciente juez Griesa se pusiera firme con el fallo que obliga al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a pagar a todos y no seguir haciendo eso de pagar a unos y dejar de pagar a otros arbitrariamente.

De lo que he dicho se desprende que el desmemoriado comentarista que cree ser ingenioso como Groucho Marx comete una torpeza manifiesta al omitir que Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner estuvieron innegablemente entre quienes reconocieron la deuda, inclusive la ilegítima, y por ende si mide con la misma vara, debería incluir a Cristina Fernández de Kirchner entre los que deberían pagar con sus fortunas personales.

De los hechos actuales nada me llama ya la atención, salvo tal vez que el gobierno de Estados Unidos de América no haya presentado una queja formal y un pedido de retractación a Cristina Fernández de Kirchner por la falta de respeto de llamar “extorsión” a un fallo totalmente razonable del juez federal Thomas Griesa y por extensión a la Corte Suprema de Justicia de ese país.

Ref.: 1) http://www.jorgelanata.com/documentos/editoriales/08-04-06-1-El%20Indec%20de%20Yrigoyen.pdf

Ricardo Patricio Natalucci
DNI: 8464942
Ex director del portal periodístico especializado indec.com.ar, recientemente censurado, clausurado, y expropiado violando garantías constitucionales por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

gem dijo...

hummmmm cuanto garca dando vuelta por aquí mus, se les caen las babas pensando que todo se puede ir a la merde, que lástima, deben estar muy resentidos, cuidado que hace mal tanto veneno en un cuerpo.

Nico dijo...

Tengo la sensación de que es al pedo contestar a los que agravian porque difícilmente estén dispuestos a ceder un milímetro en su posición. Pero de cualquier modo es mejor discutir esto que ver a Tinelli o, por caso, a 678. Al irónico del 92,4%, tal vez no se enteró que 92,4% no es 100%, que no hay mecanismos de reestructuración soberana que le permitan a un país considerarse seguro con cualquier porcentaje que se le ocurra. Y que el error grave fue la cláusula RUFO, puesta voluntariamente por Lavagna/Nielsen y la ley cerrojo. Ambas defendidas por este gobierno también. Y quién le dijo a Ud. que estoy a favor del endeudamiento. Todo lo contrario. Es darle a gobiernos como este la posibilidad de financiar el déficit fiscal con deuda. O Ud. cree que los papelitos que le damos a REPSOL no son deuda? O Ud. cree que este gobierno si tuviera la oportunidad ahora no acudiría presuroso a los mercados que ahora tanto critica? De hecho no lo hizo con Chavez, entregando bonos a tasas usurarias? O no lo hace con YPF ahora? No se engañe caballero, este gobierno habla del desendeudamiento como la zorra de las uvas. Y en cuanto al Sr./Sra. gem, en fin, las palabras garca, veneno, merde, babas, muestran la valía de su reflexión por sí solas. Habrá que ver quién tiene el veneno en el cuerpo. El ladrón cree que todos son de su condición.