Hoy en @comanche937, mi amigo @escriba se preguntaba retóricamente cual era la razón de tanto ensañamiento del Círculo Rojo con CFK siendo q ella es la única q no va estar ocupando cargos pos 12/2015 y que según sus propios medios tiene un candidato a sucederla q no le responde y no forma parte de su grupo político.
Pese a que la de Nico era una pregunta retórica yo ensayé una respuesta que quiero compartir con uds.
Cuenta Leopoldo Moreau en un libro cuyo nombre no recuerdo que en 1989, Raúl Alfonsín se reuné con el Círculo Rojo para pactar una tregua q le asegurará un tranquilo final de mandato.
La frase que titula este post, es parte de la respuesta negativa que obtuvo Alfonsín de parte de Magnetto. "De ninguna manera, ahora ud es un obstáculo".
Todos conocemos por vivencias o por lecturas como fue el final del gobierno radical, pero lo que a mí me interesa reacatar es la actitud q tuvo Alfonsín y el radicalismo durante los primeros tiempos del gobierno de Menem.
Cuando Menem asume anticipadamente, portaba en sus bolsillos un cheque en blanco firmado por Alfonsín.
Seguramente ustedes han leído el relato q hace Rodolfo Terragno de las negociaciones que llevó con Carlos Saul Menen en Anillaco para acordar el adelantamiento del cambio de gobierno.
El dato central del relato es que cuando RT llega Anillaco, se lo encuentra a Magnetto reunido con Menem. Sí, el mismo Magnetto que le dió el ultimátum a Alfonsin y desencadenó el adelanto en el cambio del poder.
La condición ptimordial q puso CSM para asumir anticipadamente fue el el apoyo irrestricto del radicalismo en el Congreso a las leyes que enviara el nuevo gobierno.
Y así fue, los legisladores radicales colaboraron con el nuevo gobierno facilitando y votando a favor de las leyes claves que fueron los pilares del menemismo.
Ese cheque en blanco era muy necesario porque el triunfo en las elecciones no había sido lo suficientemente contundente para q el menemismo dominara el Congreso.
Hasta aquí la clase de historia contemporánea para los jóvenes que me leen.
Vamos a la respuesta a Nico, en el supuesto escenario que un candidato opositor sea elegido presidente en octubre, sea en primera o en segunda vuelta, no contará con mayorías propias. Esta situación es inexorable dada la aritmética democratica sin importar que el triunfo sea en primera o en segunda vuelta.
El plan de gobierno de los candidatos opositores es simplemente la restauración. La restauración del modelo neoliberal q gobernó el país hasta 2003.
Esta restauración implica la derogación de muchas leyes K y la sanción de una nueva legislación en muchas áreas.
En este escenario de un kirchnerismo perdedor en octubre, CFK tendría aún una importante cuota de poder político sustentada en "los soldados del pingüino" que seguirían ocupando un alto número de bancas en Congreso.
La respuesta a Nico es concreta, el Círculo Rojo tiene muy claro q en este escenario, CFK es un obstáculo. Y por lo tanto su estrategia de máxima pasa por aniquilar políticamente al kirchnerismo para repetir el 89.
Esto es, una situación con el kirchnerismo vaciado de apoyo popular y sin fortaleza política para oponer resistencia a la restauración.
Porque, repito, tienen muy claro que CFK es un obstáculo.
Y CFK también tiene muy claro tanto su rol como la estrategia del Círculo Rojo. Desde acá creo q se pueden entender mejor sus últimas apariciones publicas y su actividad 2.0 reciente.
Yo por mi parte mientras sigo pensando y analizando los hechos, no me pienso quedar quieto
El #1MYoVoy, espero verlos a todos y a todas
2 comentarios:
Un detalle: la colaboración activa de la UCR en el Congreso duró de julio a diciembre de 1989, porque Menem asumió antes pero los diputados electos en mayo, con Menem, recién asumían a fin de año. Entonces Jaroslavsky tenía que ordenar a una parte de sus diputados retirarse para que el menemismo ganara la votación.
Una cosa notable y poco recordada es que al menemismo nunca le sobraron votos en Diputados. Varias veces tuvo que negociar cambios simplemente porque sus propios diputados se negaban a votar las leyes como llegaban. El Escriba se debe acordar, alguna vez hizo un comentario al respecto.
Saludos
Diría que es casi imposible la "restauración neoliberal". Las condiciones globales actuales poco tienen que ver con las de fines de los '80 y principios de los '90.
La inestabilidad global es tremenda y tiene su fundamento en la desintegración que sufre el sistema financiero y monetario global, a punto de dar –si no media el desencadenamiento de una guerra general- otro colapso espectacular, bastante peor al que derrumbó a Lehman.
Los poderes globales Noroccidentales (basados en un núcleo angloamericano) son fuertes pero limitados por su propia crisis y el modelo de gestión de crisis que sustentan: salvatajes; ajustes y austeridad; agresión geopolítica).
En tales condiciones no pueden dar apoyo y fundamento a ningún intento de restauración neoliberal al estilo de los '90, porque, en esencia, no hay ninguna zanahoria significativa para ofrecer al burro.
Solo pueden jugar el juego de la desestabilización para evitar la consolidación de las tendencias nacionales orientadas al desarrollo de los pueblos.
Mi impresión es que van a seguir jugando el juego del deterioro geopolítico global y el enrarecimiento de los escenarios locales en distintas partes del mundo, unos más, otros menos, según la importancia estratégica que tengan para el Imperio.
La razón de por qué actúan así es porque mientras ellos no solucionan la crisis, hay naciones emergentes y posibles potencias futuras, tanto en Eurasia como en A.L. que pretenden materializar un camino nacional alternativo y configurar las relaciones internacionales en forma congruente con ese camino nacional.
Como existe la posibilidad de que estos países -en cooperación mutua- tengan éxito político y económico, mientras Noroccidente continua en la decadencia, las combinaciones más poderosas de la oligarquía de esta región transatlántica se preparan para neutralizar lo que ellas ven como una amenaza potencial que las llevaría a un debilitamiento estratégico definitivo.
Las oligarquías siempre actúan en función de lo que podría pasar, no en función de lo que ya pasa. Muchas veces, lo que ya pasa es el resultado de esas previsiones oligárquicas, otras veces no.
Por ello es muy difícil la posición de los candidatos políticos presuntamente más permeables a los intereses de poder globales, porque es muy poquito lo que podrían sacar de éstos, en las actuales condiciones mundiales. No hay hoy un “Consenso de Washington” ni recetas universales para el supuesto “crecimiento económico” como hubo en los ’90.
Pueden añorar una década del '90 como los conservadores del '30 añoraban la vuelta a la "normalidad" previa al crack de Wall Street del '29. Aquéllos conservadores nunca pudieron ver satisfecha esa añoranza: la 2° Guerra Mundial y el surgimiento de Perón y el peronismo se encargaron de evitarlo. Hasta la "restauración" de "La Revolución libertadora" tuvo que lidiar con los efectos de 10 años de transformaciones realizadas por el gobierno de Perón.
La historia sigue su curso y, en muchos sentidos, no hay vuelta atrás. El pasado nos importa como lección y lo que importa del presente es cómo diseñamos el futuro.
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