Leemos hoy en La Nacíón
El cinismo barato se impone en la economía
NUEVA YORK.- En lo que se refiere a la economía -y también a otros temas- vivimos en una era de derp
y cinismo barato. Y hay poderosas fuerzas que sustentan ambas
tendencias, que deben ser combatidas dentro de usted mismo. ¿De qué
estoy hablando? Derp es un término tomado del dibujo animado South Park
que está siendo muy utilizado, porque es un apócope útil de un rasgo
obvio del panorama intelectual moderno: gente que sigue diciendo lo
mismo sin importar cuántas evidencias se acumulan de que eso es
completamente equivocado.
El ejemplo más notorio es promover el
temor a la inflación. Quizá fuera perdonable que economistas,
comentaristas y políticos alertaran de la inflación hace algunos años,
cuando la Reserva Federal comenzaba sus esfuerzos por apuntalar la
economía deprimida. Al fin de cuentas, todos hacen malas predicciones de
vez en cuando. Pero hacerlo año tras año sin reconocer errores, eso es derp. El derp
de la inflación se ha vuelto una postura obligatoria entre los
republicanos. Incluso economistas con reputaciones sólidas han pasado
años haciéndose eco de la paranoia de los bichos dorados. Y eso explica
porque el derp se mantiene: es básicamente algo político.
Es
un artículo de fe de la derecha que cualquier intento del gobierno de
combatir el desempleo llevará al desastre, por lo que los fieles deben
seguir prediciendo ese desastre sin importar cuántas veces no se
materialice. ¿Pero no es lo que hacen todos? No. Y es ahí que entra en
juego el cinismo barato.
Es cierto que los traficantes del derp
inspirado políticamente acusan a los demás de pecar de lo mismo. Al
comienzo de la administración Obama, Robert Lucas, un premio Nobel de la
Universidad de Chicago, acusó a Christina Romer, la jefa de economistas
de la administración, de fraude intelectual. Declaró que el análisis de
la política fiscal de ella era "una racionalización muy evidente de
políticas que, es sabido, se decidieron por otros motivos". En general
cualquiera que practique el keynesianismo -enfoque que, entre otras
cosas, predijo correctamente que la inflación y las tasas de interés se
mantendrían quietas- es acusado constantemente de sólo buscar razones
para expandir el estado.
Pero el derp no es universal. Hay abundante análisis genuino y honesto.
¿Cómo puede uno protegerse contra la derpitud?
La primera línea de defensa es descreer de la gente que le dice lo que
quiere oír. Si usted es un conservador opuesto a que haya una red de
seguridad más fuerte, debe dudar de las afirmaciones de que la reforma
de salud está por caerse e incendiarse, especialmente si viene de gente
que hizo la misma predicción el año pasado y el anterior. Pero si usted
es liberal y cree que debemos bajar la desigualdad, debe ser cauto
respecto de los estudios que pretenden demostrar que la desigualdad es
responsable de muchos males económicos.
Combatir el derp puede ser difícil. Pero debe hacerlo: es su deber cívico.
Hace mas de 7 años abrí este blog.
Un día de aquel inciático 2007 escrbía esto
Ayer
Rodrik dudaba sobre el futuro de la blogosfera económica, el amigo
Rollo ya dió su opinión. Leyendo los comments a D.R. encontré la respuesta que me habría gustado dar a mí.
Cuando
invité a Lindahl a sumarse a esta locura, él me dijo "me encanta
escribir y publicar al toque", claro no hay que convencer a nadie, ni
tutores, ni directores de tesis, ni editores.
Hace 12 años leí
por primera vez Peddling Prosperities de Paul Krugman y siempre pensé
cuanta razón tenía él en su lucha quijotesca contra los "policy
entrepreneurs."
La verdad que mi decisión de pasar de lector de
blogs a tener uno propio se basó principalmente en el placer que da
contestar las opiniones publicadas que leo en los diarios. Como me dijo
una vez Mafalda, "poder sacarte la bronca que da cuando leés esas cosas
es buenísimo"
El blog es una herramienta fantástica para eso y como dijo hace poco Manolo la rueda empieza a girar.
Esta
semana empecé a comprar la serie del Martín Fierro ilustrada por
Fontanarrosa que saca Clarín para poder leerlo junto con Solcito. Ella
me preguntó quién era Martín Fierro y yo le conté su famosa frase "Si
los hermanos se pelean.....".
Varios amigos bloggers andan por
ahí gastando energías en discusiones bizantinas cuando, como dijo Paul
Krugman, los economistas tenemos el deber de combatir a los policy entrepreneurs"
Te seguimos desde Cemento querido PK