martes, 15 de enero de 2008

De una generación a otra

Si la sostenibilidad es importante en las Finanzas Públicas, no hay tema donde sea más importante que en el de los sistemas de pensiones.

A las jubilaciones todos las consideramos ahora un derecho humano, pero en realidad son un invento bastante moderno. Antes, la gente se moría bastante pronto y no las necesitaba. Si conseguía sobrevivir aún después de haber perdido su capacidad de trabajo, vivía de la fortuna que había acumulado durante su vida productiva o sino pasaba a ser dependiente de sus hijos. Así, el seguro para la vejez eran los propios ahorros o la cantidad de hijos que uno tenía.

Si dejamos aparte lo de morirse joven, cada vez menos relevante al ritmo que aumenta la esperanza de vida, cualquiera de las otras alternativas puede asimilarse a uno de los actuales sistemas de pensiones. Lo de vivir de la fortuna acumulada equivale a un sistema de capitalización, lo de ser dependiente de los hijos equivale al sistema de reparto.

En los sistemas de capitalización, cada uno ahorra para su propia jubilación en un fondo de pensiones. Estos invierten los aportes de los futuros jubilados y cuando llega el momento, devuelven esos mismos aportes más los intereses correspondientes a sus clientes. En un sistema de capitalización, por ende, uno depende nada más que de sí mismo, de su capacidad de trabajo y de ahorro para asegurarse la vejez.

En un sistema de reparto, en cambio, la gente en edad de trabajar contribuye a un fondo de pensiones común para que la gente que ya dejó el mercado de trabajo reciba un ingreso. El sistema descansa, al igual que la antigua red de seguridad entre padres e hijos, en la solidaridad intergeneracional. Los jóvenes contribuyen al sistema hoy confiando en que serán retribuidos de la misma manera mañana.

Si a mí me dan a elegir entre un sistema de jubilación de reparto y uno de capitalización nada más que por su eficiencia, diría sin ninguna duda "de reparto". Pero estaría diciendo algo un poco a las apuradas.

Lo que define la eficiencia del sistema es su tasa de retorno. En un sistema de capitalización ésta está dada en principio por la tasa de interés. En un sistema de reparto, es un poco más complicado, pero la idea general es que la tasa de retorno es la tasa de aumento de la masa salarial de la economía, esto es, el aumento en los salarios más el aumento en el empleo entre una generación y la siguiente. Parece ser que en un mundo sin fricciones la tasa de interés es superior a la tasa de aumento de la masa salarial, por lo que un sistema de capitalización sería superior a uno de reparto.

Pero como todos bien sabemos, en el mundo real sí hay fricciones. En el mundo de los sistemas de capitalización están dadas por los gastos de administración de los fondos, por la incapacidad del administrador de conseguir durante 30 años la mejor tasa de rendimiento para esos fondos y, sobre todo, por el riesgo inherente a toda inversión, como descubrieron los míticos jubilados alemanes que invirtieron en bonos de deuda argentina.

Además, hay un efecto al que se suele llamar el efecto de la doble carga que ocurre cuando un sistema de reparto se transforma en un sistema de capitalización. El Estado deja de recibir aportes jubilatorios de los que se pasan a la capitalización, pero al mismo tiempo tiene que seguir pagándole a los actuales jubilados y a los que se quedan a medio camino entre un sistema y otro. Para compensar se vería obligado a aumentar los impuestos a la generación que trabaja y está en el nuevo sistema, lo que disminuye aún más el rendimiento del sistema de capitalización.

Por otro lado, un sistema de reparto depende en forma crucial de la estructura demográfica de la población. La demografía define en gran parte la tasa de dependencia, esto es, la relación entre la población pasiva y la activa. Y digo "en gran parte" porque no es lo único. La legislación al respecto define los parámetros clave del sistema, al determinar edad de jubilación, años requeridos de aportes, años requeridos en el mercado de trabajo y detalles parecidos, determinantes también de la sostenibilidad del sistema.

En realidad, la solidaridad intergeneracional exige dos cosas. Una, por supuesto, es contribuir al sistema pagando los aportes necesarios, la otra, menos obvia para muchos, es tener la cantidad suficiente de hijos para que se mantenga la población. Y no son muchos, tampoco. Con que cada mujer tenga en promedio 2,1 hijos el problema queda solucionado. Pero mucha gente no lo piensa de esa manera. Yo cada vez que escucho treintañeros protestando sobre los hijos de los otros y diciendo tan sueltos de cuerpo que no van a tener hijos para disfrutar la vida, viajar, estudiar o lo que sea, pienso que entonces se los debería obligar a salir del sistema de reparto o permanecer con la condición de pagar el doble de aportes.


Como se ve en la figura, en Argentina el problema demográfico no es tal, por suerte. Las argentinas -aunque no las porteñas, que son las free-rider del modelo- tienen algo más de los 2,1 hijos necesarios y la población sigue creciendo. Aunque la población envejece, lo hace a un ritmo bastante menor que en otros países. El problema, como ya hemos visto por acá, es que muy poca gente trabaja y una gran parte de los pocos que trabajan lo hacen en negro. Ninguno de estos dos grupos contribuye al sistema.

El otro gran problema que tiene el sistema argentino son algunos de sus parámetros. Entre ellos que la gente entra al mercado formal de trabajo bastante tarde y se jubila demasiado temprano. Así, contribuye durante pocos años y los aportes no alcanzan para pagar las jubilaciones.

Por último, el Estado argentino no sabe aprovechar las ventajas administrativas y financieras que ofrece un sistema de reparto en un país con población joven con respecto a un sistema de capitalización. Y además trata a los fondos de pensiones irresponsablemente. Los fondos de pensiones de sistemas de reparto deben tratarse en forma asimétrica y con mucho respeto; pueden ser compensados, si necesario, con impuestos generales, para garantizar un nivel adecuado de ingresos a los jubilados, pero jamás, jamás deben usarse en lugar de los impuestos generales para financiar gastos corrientes o de inversión.

Los fondos de pensiones públicos son para pagar jubilaciones, no para construir caminos, usinas o cloacas. Es lo menos que se le debe a los jubilados argentinos del presente y del futuro después de todas las incertidumbres que se han visto obligados a soportar con los vaivenes de los cambios de sistemas.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Sra:

Por suerte Ud se dedica a las finanzas y no a la medicina.

Me parece que el planteo para comparar ambos sistemas es solo uno: en cual tienen menos oportunidad los politicos argentinos de robar o hacer demagogia:en el modelo privado y el modelo privado es de competencia y el de reparto lo maneja un tipo con un titulo falso?
Y en el reparto un tipo cualquiera - de casualiad presidente - dice "mandame XXXX millones...porque se viene la eleccion", tambien jubilemos a un millon que nunca aportaron con la plata de los que aportan...".

La naturaleza de la gente no es solidaria, es egoista y es bueno que asi sea.

Cordialmente
anonimo bostero

Anónimo dijo...

No solo eso, estimado anonimo bostero, en el caso del modelo de reparto esta sobre determinado desde hace años. Existen dos sistemas basicos, el de contribucion definida (DC) y el de beneficios definidos (DB). En la argentina se pretende fijar ambos parametros a la vez. Se fija la contribucion (11 % ) y simultanemante se pretender fijar los beneficios como un porcentaje del sueldo en actividad (sea 85 % o lo que sea) y por supuesto con edades de retiro irrisorias dada la evolucion en las expectativas de vida. Actuarialmente imposible. De tanto en tanto los abogados se hacen su veranito y sacan los muertos -que el sistema mismo mato-del placard. Entonces aparecen las emisiones de bonos para hacer frente a los beneficios largamente merecidos por los jubilados. Kafkiano. Los sistemas de pensiones estan quebrados en todo el mundo, pero aqui no se hace mas que empeorar la situacion.

Musgrave dijo...

Ana C, sería bueno que nuestro nuevo amigo Modigliani, haga honor a su apodo y nos explique porque es necesario que el Estado se ocupe de generar un sistema de seg. social. Se acuerda de Ando-Modigliani?

Yendo a su post, en mi versión sobre el tema hay tres sistemas:
1-"fully funded" capitalización (solidaridad intrageneracional)
2-"as pay as you go" reparto (solidaridad intergeneracional
3-capitalización individual, sin componenente de solidaridad

Nuestro sistema público, mutó del 1 al 2, y en realidad ya no sería un "fondo de pensión". Es más como alguna vez propuso Rollo, vamos hacia un sistema universal financiado con impuestos generales.

Desde ese punto de vista su punto sobre en contra de la aplicación de recursos de la Anses a la obra pública pierde peso.

Anonimo bostero, parece que comparte lecturas con el amigo Mauricio.

ayjblog dijo...

ay anonimo bostero
a ver
me quedo con el estado que me roba?
me quedo con las afjp que roba con su comision, con sus inversiones (ver Siembra) y diciendo si a cosas ilegales (Cavallo 2001) sin preocuparse por el esclavo, err afiliado sino por no que dar por administracion fraudulenta por no denunciarlo a Cavallo?

la verdad, cualquiera de las dos son impuestos al trabajo, y, cualquier ahorro sera via ladrillos, si es que la ridicula presion impositiva lo deja a uno, sino, sera cuestion de ser reparto

saludos

Leo dijo...

uf! trato de entender pero no puedo. Me pasé al reparto. Simplemente porque me veo reclamando en plaza de mayo por los "450". Si aporto a capitales extranjeros (soy de madera en el tema, pero si no me equivoco el único capital nacional es Nación AFJP) estos se rajan... ¿a quién le voy a hacer cacerolazo?.
Si aporto a Nación aporto al estado, ¿¿o no??

Ella dijo...

Ana, muy clara su exposición!
Cuando hace referencia a las dos cosas exigibles para que exista solidadirad intergeneracional, me quedó picando lo de la cantidad de hijos mínima necesaria para que se mantenga la población... Porque no creo que con que cada mujer tenga 2,1 hijos(¿?)el problema quede solucionado. Haría falta que los alimente bien desde temprana edad, los vista, los eduque y luego les consiga trabajo (o se consigan ellos mismos) para que puedan hacer los aportes correspondientes y colaboren indirectamente con la jubilación de su madre. Algo bastante complicado y costoso para llevar adelante hoy en día en nuestro país.

Con respecto a la eficiencia en cada uno de los sistemas: en la Argentina inflacionaria, si me quedo en Reparto me aseguro que gracias a los sindicatos, en el futuro la tasa de crecimiento de los salarios irá más o menos de la mano con la tasa de crecimiento de los precios... y de alguna manera se cubre el riesgo de que la inflación se coma la tasa de retorno.
Sin embargo, ¿la eficiencia del sistema no pasa también por la efectividad de cobro?

Saludos!

Ana C. dijo...

Quién sabe, Anónimo Bostero, a lo mejor sería mejor médica que economista. Dicen que el ser solidario es una característica dominante en la evolución del ser humano, sin embargo.

Ahora, dígame, el sistema de las AFJP ¿le garantiza a alguien una jubilación adecuada?

Y lo peor, Anónimo, es que en Argentina no haría falta que estuviera tan quebrado si no hubiera tanto "mismanagement".
Tengo la impresión que tanto en un sistema de reparto como en uno de capitalización pueden definirse las contribuciones (DC) como los beneficios (DB).

Musgrave, para mí el 1 y el 3 son FF ("fully-funded"). Y el sistema no mutó del todo, sigue siendo un sistema mixto.

Ayj, difícil la vida del jubilado argentino ¿no? En realidad, eso es terrible, haberse pasado una vida aportando y después no saber del todo a qué se tiene derecho.

Yo tampoco entiendo mucho, Leo, sólo que el sistema de capitalización ha resultado muy caro en Argentina.

Cierto, Ella, todo lo otro también hace falta. Pero dicen que tener alrededor de dos hijos hace que los padres tengan la energía suficiente para que salgan bien alimentados y educaditos, lo que no es tanto el caso cuando uno tiene 10. Pero ¿estás diciendo que en Argentina habría que tener 3 o 4 si consideramos el riesgo de que uno o dos queden desempleados?

ayjblog dijo...

No Ana, aun no, los que se jubilen de aca a 10 años, los de ahora ya han sido expoliados por el estado, salvo, que nunca hubieran aportado o solo lo minimo, la piramide de ingresos jubilatorios se achato, con lo cual los mayores aportantes cobran mucho menos que lo que correspondiera.
pero eso, es nuestro problema, ayudar a nuestros mayores, lo cual, BTW, deberia ser deducible de ganancias no?

el problema es de aca a 10 años, ahi va a ser mas divertido, de alguna forma, cuando los aporantes plenos a afjp se den cuenta en su bolsillo que las mismas los estafaron , al menos con el estado uno sabe que pasa no?

y, no no hay que usar la estrategia de la edad media, tener 10, para que sobrevivan 5 y 2 contribuyan, ladrillos, o como dijo Soprano, buy land, they dont make it anymore

Rodrigo dijo...

Ana,

Muy bueno e instructivo el post. Buenísima analogía entre los sistemas de jubiliación y las formas de seguridad social familiar.

Comparto plenamente el comentario acerca de la utilización de recursos de jubilación para fondear obras públicas.
Para que fuera transparente y funcionar, debería aplicarse alguna variante de "peaje" que garantice un retorno por la inversión a la Anses (y consecuentemente, a los futuros jubilados) -- lo que asimilaría el mecanismo al sistema de capitalización.
De lo contrario, simplemente me estoy gastando el dinero de los jubilados actuales y/o futuros.

Primo Louis dijo...

Excelente post Ana. Lo unico que señalaría que cuando con rentas generales se cubre el rojo del sistema de jubilaciones se está subsidiando los ingresos de quienes tuvieron la suerte de tener trabajo en blanco y, con este sistema, quienes tienen peores condiciones laborales y menores ingresos no reciben absolutamente nada.
Esto es lo que pasa hoy y ya que entre todos pagamos parte de las jubilaciones (estaría bueno saber como están distribuidos por ingresos, que porcentaje del total son jubliaciones por arriba de la media de los sueldos) es lógico esperar que esa solidaridad sea con toda la población y no sólo con quienes tuvieron la suerte de tener un buen empleo: el ingreso universal a la vejez se impone.

Ana C. dijo...

Musgrave, se me perdió una parte de su comentario, apurada como estaba hoy a la mañana.

Normalmente un sistema de reparto estatal está financiado con los aportes a la seguridad social de los que trabajan (en blanco, como bien dijo Primo Louis). Solamente en uno o dos países del mundo la seguridad social se financia con impuestos generales, en el resto se hace con esos aportes a la seguridad social. ¿Me está diciendo que se está por hacer una reforma así de drástica en Argentina? Sería tan revolucionario que me resulta imposible de creer.

Ahora, abstraigamos por un instante de la cantidad de gente que no aporta, del trabajo en blanco y en negro, de los manejos políticos y todo eso. Según como sea la evolución demográfica, el sistema de seguridad social puede ser deficitario o superavitario. En caso de ser superavitario, gastar ese superávit en otra cosa es, como dice Rodrigo, totalmente irresponsable con los jubilados actuales que cobran jubilaciones de miseria y mucho más con las generaciones futuras. Acuérdese que la población no envejece tan rápido, pero envejece, y que las demandas crecen.

Primo Louis, le doy totalmente la razón en el sentido del ingreso universal a la vejez, pero no en lo del subsidio. Los que no tuvieron la suerte de trabajar en blanco tampoco pagaron tantos impuestos.

(Si hubieran preferido hacerlo es otra discusión, pero el caso es que no lo hicieron).

Lo cierto es que organizar un sistema de pensiones es todo un tema con enormes consecuencias distributivas que no siempre son justas para todo el mundo y las marchas y contramarchas argentinas lo empeoran más.

Para financiar las obras públicas que saquen las exenciones al impuesto a las ganancias, que reduzcan el gasto impositivo y blanqueen el mercado de trabajo, en lugar de gastarse la (poca) plata de las jubilaciones.

ayjblog dijo...

Los que no tuvieron la suerte de trabajar en blanco tampoco pagaron tantos impuestos.

Ana, ud dice eso en serio?

Ella dijo...

Ana, a lo que me refería es que para lograr la sustentabilidad del sistema no es para nada suficiente tener 2 hijos... con eso no asegurás nada. Al contrario, porque bajo la situación social crítica en la que vivimos, es cada vez más difícil que los chicos lleguen en condiciones óptimas al mercado laboral, por lo tanto se asentúa la desocupación, el empleo precario, el empleo en negro y los aportes cada vez serán más insignificantes en relación a las obligaciones a pagar.

Ana C. dijo...

¿Y qué paga uno de impuestos si trabaja en negro además del IVA? No paga ni ganancias ni hace aportes, que yo sepa.

Ella, lo que decís es cierto. A los chicos hay que alimentarlos y darles una educación que los capacite para entrar en el mercado laboral formal. Lo que no implica que se tengan que recibir de médicos ni terminar un Ph.d. Los mecánicos, los plomeros o los electricistas deben ganar bastante bien, igual.

ayjblog dijo...

si trabajas en negro, y ganas lo suficiente para vivir digamos, medio dignamente en un lugar medianamente razonable pagas
Rentas inmobiliario
auto patente
IVA (ahi te cobran en parte los impuestos de ganancias, de ingresos brutos, tasas municipales de quien te vende), en gral todala cadena
para trabajar absolutamente en negor debes comprar y vender (lo mas comun) en negro a gente que hace todo en negro y andar a pie
y, ni hablar si pagas prepaga, no la conte ni el tipo de la garita de la esquina por que la policia no existe ni el hospotal, pero eso es otro rango de ingresos
calculale que un pobre tipo que trabaja en negro, o es monotributista, que es parecido, desea estar en blanco, por que paga mucho y al final no ahorra tanto

distinto es el caso de una empresa que factura en negro, pero aca nos referimos al pobre tipo que esta en negro

Primo Louis dijo...

Supongo Ana que te referís a pagar más en términos absolutos, porque en términos relativos creo que no es así (igual es otra discusión, no?).
De todos modos, lo único que estoy diciendo es que son cuentas diferentes y no hay porqué mezclarlas: ni usar las jubilaciones para obras ni rentas generales para jubilaciones, a menos que tengan un sistema universal y no por aportes (lo que probablemente, dandole a todos el mismo ingreso, te equilibraria las finanzas y mejoraría el estado de la mayor parte de los jubilados).

Musgrave dijo...

Estimada Ana C, cumpliendo con mi vocación le cuento que desde mediados de los 90s la seguridad social se financia, en parte, con lo que en la jerga se la "pre copa". Esto es el 15% de la masa copartcipable que como usted sabrá es el conjunto de impuestos que se reparten entre nación y provincias (IVA,ganancias. bs personales, etc.)
Si mirá esta planilla verá que en 2006, mas del 40% de los ingresos del anses, (inst. de la seg. social en el cuadro) lo constituyen estos recursos tributarios que le mencionaba.

Por eso nuestro sistema ya mutó parcialmente a una especie nueva. Reparto financiado en parte con rentas generales.

Respecto a invertir el excedente del Anses en obra publica, eso creará más actividad economica y por lo tanto más empleo y mas recursos para el anses.

Los recursos de las AFJP, que creo son los que se utilizarían, se cederán mediante un bono u otro instrumento financiero, es decir que el ahorro de los futuros jubilados estaría cubierto.

Antes que me corran, el 2001 ya nos enseñó que cuando el estado entra en crisis no hay AFJP que se salve.

saludos

Andrés el Viejo dijo...

Respecto del trabajo en negro, creo que hay que distinguir (1) al cuentapropista del (2) empleado con una relación de dependencia no reconocida.
En el caso de (1) puede ser que el tipo tenga ingresos más o menos interesantes y se evito pagar otro tipo de impuestos que los locales (sobre la vivienda, patente, etc.) y el IVA. De todas maneras, y aún con el peso de las retenciones, el IVA sigue siendo el impuesto de mayor recaudación (43% del total), lo que no lo hace despreciable.
En el caso de (2), el tipo es normalmente un paria que gana una miseria y ya el solo hecho de pagar IVA le significa a pain in the ass. Y si no paga aportes no es por su voluntad de evadir, sino porque así se lo impone el estado del mercado laboral, para decirlo en términos neutros.
Saludos

Anónimo dijo...

"Friedman" Como dice Musgrave: "El otro gran problema que tiene el sistema argentino son algunos de sus parámetros. Entre ellos que la gente entra al mercado formal de trabajo bastante tarde y se jubila demasiado temprano. Así, contribuye durante pocos años y los aportes no alcanzan para pagar las jubilaciones." Mi debate de fondo es, cuando es necesaria la jubiliación? De donde viene ese invento, veo gente joven jubilada (65), esperando que los jóvenes la sustenten por lo menos unos 20 o 30 años sin trabajar. Creo que es un invento que se generó en algún momento histórico, pero dado en avance de la salud, creo que ya no aplica para las edades que se contempla ahora.