jueves, 16 de abril de 2009

Midiendo la desigualdad

Ana C. nos dice que hay un señor que dice que la desigualdad en la Argentina cayó desde el retorno de la democracia.

A todos nos hizo un ruido infernal el tema. Cuestión que me puse a investigar un poco, y me encontré con uno de los mejores trabajos que he visto en mucho tiempo.

"A Distribution in Motion: The Case of Argentina", de Guillermo Cruces y Leo Gasparini es una revisión de la literatura y la evidencia de todo lo que se sabe sobre la evolución de la distribución del ingreso en la Argentina durante los últimos 30 años.

Primero, muestra con contundencia que todos los indicadores disponibles indican un aumento en la desigualdad: la EPH que mide la evolución de los ingresos, los censos que miden NBI, las encuestas de gasto, los datos de la AFIP, los datos del sistema jubilatorio, los trabajos de Lindenboim sobre distribución funcional del ingreso entre capital y trabajo, en fin, todo, todito. Difícil entonces que un estudio que aplica una metodología nueva sobre una de las fuentes de datos nos convenza de que todo lo demás está mal.

Segundo, divide la historia en seis períodos y mide cinco indicadores en esos períodos (crecimiento, apertura comercial, progreso tecnológico, poder sindical, transferencias a los pobres):

1) Dictadura (1976-82): bajo crecimiento, alta apertura, poco cambio tecnológico, poco poder sindical, poca política social. Resultado: aumentó la desigualdad y la pobreza se mantuvo.

2) 1983-1987: bajo crecimiento, baja apertura, poco cambio tecnológico, alto poder sindical, poca política social. Resultado: desigualdad estable y aumento de pobreza.

3) La hiper (89-91): crisis fuerte, crecen la desigualdad y la pobreza y luego caen.

4) Los noventa (92-99): alto crecimiento, alta apertura, mucho cambio tecnológico, poco poder sindical, poca política social. Resultado: aumentan la desigualdad y la pobreza.

5) La crisis (00-04): crisis fuerte, crecen la desigualdad y la pobreza y luego caen

6) Post-crisis (05-06): alto crecimiento, baja apertura, cambio tecnológico moderado, alto poder sindical, mucha política social. Resultado: caen la desigualdad y la pobreza.

(queda claro, pavotes republicanos, por qué el kirchnerismo fue reelecto? diría Ramble)

Tercero, explora las causas del crecimiento en la desigualdad. No parece posible todavía determinar con precisión la contribución relativa de cada factor, pero si muestran que las crisis, el cambio estructural que sufrió la economía y la apertura comercial (recuerde que el teorema de Stolper-Samuelson dice que la apertura beneficia a los factores relativamente abundantes, en nuestro caso, tierra y trabajo calificado) son los principales factores. (mencionan varios otros como cambios demográficos, descentralización, etc).

Cuarto, nos muestran que el accionar estatal reduce la desigualdad. El gasto social es progresivo y los impuestos levemente regresivos. Ambos se han hecho más progresivos a lo largo del tiempo. La mayor progresividad del gasto y los impuestos en la era K compensaron el efecto regresivo de la crisis y la fuerte devaluación. Esto permite entender por qué la desigualdad en 2006 no fue distinta que la desigualdad en 1999 pese a políticas más progresivas.

Quinto: el mayor desafío para reducir la desigualdad es aumentar la productividad y por lo tanto los ingresos de los trabajadores no calificados, e implementar políticas públicas (salud, educación, alimentación, vivienda, etc) que asegure que los hijos de los trabajadores no calificados puedan tener las oportunidades que no tuvieron sus padres.

49 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindahl,

Me perdi...
Era lo que ya sabiamos/creiamos lo que habia que probar, o lo contrario..?

el loro de john silver dijo...

Datos hasta el 2006. Antes de que la inflación saltara a dos digitos.

El del 0.33% dijo...

¿¿Los K bajaron la desigualdad y aumentaron el gasto social??

Tengo una amiga que luego de leer eso debe haber desmayado! Y eso que siempre que chateo con ella y con otro amigo, ambos se lo decimos, pero no lo acepta.

Menos mal que lo escribís vos Lindahl!

Ana C. dijo...

Lindahl, podría ilustrar este post con el gráfico 2.2 del artículo de Gasparini para que El del 0.33% se desayune. Los K bajaron la desigualdad comparado con el pico del 2002. En 2006 el Gini era el mismo del 98-99, los que a su vez eran históricamente altos y sólo habían sido superados por el del '89, que refleja la hiperinflación.

Lo que nos lleva al comentario de El loro de John Silver. La inflación de los últimos dos años debe haber empeorado la distribución del ingreso y como se esconde una cosa, se esconde la otra.

Así que el otro gran desafío, además de aumentar la productividad y hacer todas esas políticas públicas que nos encantan, es mantener la inflación a raya porque como sabemos una de las mejores políticas distributivas es la anti-inflacionaria.

El del 0.33% dijo...

Ana el grafiquito 2.2 dice que el puntito rojo del 2006 es casi identico al del 94.

¿en el 2003, 04 y 05 no había inflación según ustedes dos?

La infla por encima de 20% está desde antes del 2006. No hay peor ciego que el no quiere ver dice el dicho.

Aníbal dijo...

Qué pasa? Se van a hacer Kirchneristas en este blog? ;)

tengo una duda dijo...

Porque los picos de este grafico coinciden con los momentos de mayor presion tributaria/PBI..?

O el grafico que tiene Jorge Avila en su Blog esta mal confeccionado..?

Ademas este Sturze no sabe nada de dada, viendo el grafico desde lejos nomas se ve que la distribucion del ingreso era mucho mejor en la epoca de la dictadura que ahora.

Tal parece que la democracia solo sirvio para aumentar la desigualdad.

Alguien me puede explicar..?

Andrés el Viejo dijo...

La inflación sólo opera en favor de la mayor desigualdad si se produce aumento de precios y se contiene el aumento de salarios. La obsesión antiinflacionaria ha operado siempre como motor de la contención salarial y, por consiguiente, del aumento de la desigualdad.
Expliquen si no, por qué la convertibilidad fue de crecimiento de la desigualdad, sin aumento de precios. O por qué, los treinta dorados de la posguerra, relativamente inflacionarios, fueron también relativamente menos promotores de mayor desigualdad.
Es un gran éxito neoclásico haber creado el "sentido común" de la inflación como necesariamente perjudicial para los más pobres.
Saludos

Mariano dijo...

Perdón que me meta para hacer un comentario amateur. Estoy dispuesto a que me contradigan como corresponde.
Mi impresión es que el efecto de la inflación sobre la pobreza y la desigualdad no es tan lineal (+ inflación = + pobreza = + desigualdad).
Un ejemplo que pongo para al menos debatir sobre uno de los puntos.
Un efecto notable de que la inflación de estos años haya sido alta y haya superado por bastante la variación al alza del tipo de cambio nominal, es que bajó el tipo de cambio real, o estamos "caros en dólares", como se dice.
Esta situación de estar caros en dólares implica que el costo salarial es elevado para la competitividad de algunas actividades. Esto, indefectiblmente, tiene que tener un efecto en la distribución funcional del ingreso.
En definitiva, el dilema de estar "caros en dólares" requiere de medidas depresoras del salario real para que se puedan recomponer rentabilidades. No sé si esta situación sería preferible a la inflación del 20%, en términos evolución de la pobreza y la desigualdad.
Acepto incluso el insulto como parte de la refutación, pero no toleraría la indiferencia.
Saludos

Mariano dijo...

Bueno, no había leído el comentario de Andrés el viejo, que va en sentido similar al mío, creo.
Saludos

Anónimo dijo...

Andres:
La desigualdad crecio en los 90, via desocupacion y aumento del trabajo en negro, en un contexto donde la economia crecio un 40%.
En el periodo actual, al no saber realmente que inflacion tuvimos (Gracias Indek), no se puede afirmar pero tampoco negar, que la inflacion tuvo o no que ver con un aumento de la desigualdad.
No sabemos si el aumento salarial de estos se correspondio con el indice de la inflacion. Mis sospechas, es que los salarios quedaron un poquitito debajo de la inflacion, pero es una sospecha que tengo numeros para confirmar.
Por otro lado, ojo con la crisis.
Porque diga lo que diga el INDEC, la desocupacion desde noviembre viene creciendo y si bien la inflacion disminuyo, sigue estando presente.
Probablemente en el 2009 tengamos un aumento de la desigualdad.

Natalio Ruiz dijo...

Coincido con Ana C. La pobreza y la indigencia bajaron de sus máximos (¿históricos?) de 2002, si bien está bueno hay que tomarlo con pinzas.

Es medio raro los períodos que utiliza. Es curioso que 2004 sea incluido en "crisis". Cuando uno ve el crecimiento desestacionalizado del PBI, se ve que la recuperación se inició en 2002.

Datos: inflaciones de

2002 41,0%
2003 3,7%
2004 6,1%
2005 12,3%
2006 9,8% (con diciembre medio turbio)
2007 ~23%
2008 ~23%

Saludos,

Cosas que Pasan - Supuestos y algo más

Anónimo dijo...

Andres,

Perdon pero el aumento del coeficiente Gini no es lineal con la convertibilidad. De hecho se relaciona mas claramente con las crisis del 95 y 98. Por lo tanto en esa epoca donde bajo la inflacion si hubo una baja o estabilizacion de la desigualdad.

Por otro lado que la baja inflacion no sea condicion suficiente para la baja de la desigualdad no significa que no sea condicion necesaria.

En teoria me parece correcto que no es automatica la relacion entre mayor desigualdad y alta inflacion, pero obviamente los asalariados cuyos sueldos son menos flexibles terminan siendo los perjudicados en terminos generales.

Y no hay que olvidar que el poder del compra del salario bajo entre el comienzo del peronismo y 1952, entre otros temas por el aumento de la inflacion, lo que llevo justamente a la politica de ajuste y control de inflacion a partir de ese año.

Andrés el Viejo dijo...

Anónimo 13.56:
Si quiere discutir la coyuntura económica, no hay problema. Pero el tema (y mi comentario se atuvo al tema) es otro.
Saludos

pobrologo dijo...

bla, bla, bla..

Hagan los numeritos que quieran, yo lo unico que veo es que en tres decadas de democracia la linea del grafico 2.2 lo unico que hizo fue subir.

El articulo que tanta polvareda levanto dice lo contrario.

En el mismo periodo el estado se llevo una torta cada vez mas grande del PBI, presumiblemente para sacarle a los ricos y darle a los pobres.

Alguna explicacion mas alla de la de Ana C diciendo que es "experimental", y que esta mal..?

Erik Lindahl dijo...

pobrólogo, si releés el cuarto párrafo del post, verás que mi cuestionamiento al artículo de sturzennegger es su falta de robustez.

si distintas bases de datos analizadas con diversas metodologías te dan el mismo resultado, es poco probable que sturze tenga razón.

J. Videla dijo...

Podemos afirmar entonces sin ninguna duda que bajo el gobierno de la Junta Militar, y dentro del proceso de Reorganizacion Nacional, la distribucion del ingreso en la Argentina era mucho mejor que durante el actual gobierno democratico de la Sra Cristina Fernandez de Kirchner.

Coki dijo...

Creo que hay que pensar que un ciclo económico no son 2 años.
Me encantaría ver los datos 06-08 (y 09 el año que viene) para ver si el "modelo" generó menor desigualdad o fue sólo el impacto inicial de una recuperación frente a la peor crisis de la historia.

Respecto al debate inflación-pobreza, hay que recordar que el único efecto de la inflación no es la caída del salario real (si se mantiene constante o crece menos), sino que afecta a expectativas y eso repercute sobre la inversión.

Ana C. dijo...

Eso de que el Estado se lleva cada vez una porción más grande de la torta del PBI es pura imaginación de una mente calenturienta. La participación del Estado en la economía nacional fue históricamente bastante baja (algo así como el 30% por el lado del gasto, por el lado de la recaudación fue todavía más baja y ahí está la deuda como testigo), pero desde el 2003 a esta parte estuvo subiendo. Sería bienvenido si no fuera porque los que gastan, no saben en qué gastar. La calidad del gasto público es deplorable y encima, poco transparente.

El efecto más importante de la inflación desde el punto de vista distributivo no pasa ni por el lado de los salarios ni por el de la inversión. Es muchísimo más simple que eso. Los pobres no tienen capacidad de ahorro porque todos sus ingresos los destinan a consumo. Eso quiere decir que no pueden cubrirse de la inflación protegiendo sus ingresos en activos que no pierdan valor tan rápidamente como la moneda. Es decir, no pueden meter su plata en plazo fijo, ni comprar dólares, ni comprarse una casa, o todas esas cosas que podemos hacer los que sí tenemos capacidad de ahorro.

Arouet dijo...

Andrés el Viejo: La inflación genera desigualdad si los precios crecen más que los salarios. Lamentablemente, ésto es lo que ocurre en la inmensa mayoría de los casos, sobre todo si el análisis se centra en los sectores más vulnerables, que cobran en negro y no tienen capacidad de presión.

En los períodos de fuerte crecimiento, como los treinta gloriosos que usted menciona, suele haber naturalmente presiones inflacionarias, a medida que la capacidad instalada se va modificando en los distintos sectores dela economía. Esas presiones son una consecuencia del alza en la actividad, no una causa. Si se las puede mantener a raya, el crecimiento continúa. Si no, terminan estrangulando el proceso, vía mayores expectativas y espiralización.

Sostener que la preocupación por la inflación es un triunfo neoclásico es como decir que la búsqueda del equilibrio fiscal es una imposición neoliberal.

Saludos

ita dijo...

No es cierto que un aumento del poder de compra de los salarios implique menor desigualdad.

En los noventa, el poder adquiscitivo era alto (para quienes tenían trabajo). Y el costo laboral, que era producto de ese poder de compra, condujo a un aumento de la desigualdad por el crecimiento de la desocupación.

Después de la devaluación (que es lo que dio inicio al actual proceso inflacionario), el poder de compra cayó bruzcamente. Eso fue lo que hizo bajar los costos laborales y permitió generar menor desigualdad, ya que bajo bastante la desocupación, y los desocupados comenzaron a tener ingresos.

Arouet dijo...

Lindahl, no me termina de convencer que el accionar estatal reduzca la desigualdad. Es cierto que el Gini baja 9 pp partir del gasto social, pero al mismo tiempo la estructura impositiva juega en contra y el resto del gasto es decididamente pro-rico, con lo cual la variación total del Gini antes y después de la intervención del Estado es prácticamente nula.

Esta es la paradoja del Estado kirchnerista: la participación en la economía es la más alta de los últimos tiempos, pero eso no se traduce en una menor desigualdad, a pesar de las constantes alusiones oficiales a la redistribución.

Como dice Ana C, "los que gastan, no saben en qué gastar". O será que sí saben?

Anónimo dijo...

a quien carajo le importa si baja la desigualdad o sube la desigualdad, si con una inflacion de casi 100 por cien acumulada en 5 años, hay gente que no esta en el mercado de trabajo y queda "exterminada" y pasa "a la calle" o a la mendicidad?
a quien?

Ana C. dijo...

Bueno, que "haya gente que no está en el mercado de trabajo y queda "exterminada" y pasa "a la calle" o a la mendicidad" aumenta la desigualdad y sí, nos importa.

Mariano dijo...

Ni el plazo fijo, ni mucho menos comprar dólares fueron buenas opciones para resguardarse de la inflación en estos años.
Justamente, los procesos inflacionarios se caracterizan por aumentar la propensión marginal a consumir, en detrimento de la propensión a ahorrar, lo cual en parte, retroalimenta el proceso inflacionario.
Ahora bien, dentro de la desagradable situación de percibir un ingreso fijo que indexa una vez por año, mientras los precios aumentan con periodicidad mucho más corta, al punto que el ingreso marginal producto de la indexación sóla alcanza a prorratearse entre los primeros 8 o 10 meses, el consumo siempre tiene una dosis de flexibilidad dada por la posibilidad de postergar consumo, pasarse a bienes complementarios, o bajar la calidad de los mismos. Vuelvo a remarcar, es una situación desagradable, y ciertamente de empobrecimiento, pero que no es fácil de medir )Qué se yo cómo son esos cálculos de utilidad marginal el consumo, etc.). Pero no necesariamente peor a la que marca Ita, por ejemplo, en la que menciona el caso de salarios con alto poder adquisitivo, pero altos grados de desocupación (me imagino que no hará referencia a la situación actual en la que, en el balance de los 6 años en cuestión, se conjugaron crecimiento del salario real con fuerte baja de la desocupación).
En realidad, desde lo teórico, es más pertinente vincular (por su caracter inversamente proporcional) inflación y desempleo. Bajar la una, redunda en aumento del otro.
Saludos

Stovokor dijo...

Por favor que alguien me explique en que se equivocó la ONU con su IDH.
En los 90 con el Menemismo el pais media 34 o 36
El año 2007 estaba 38
El año 2008 estabamos ¡46! (¡Casi 10 lugares menos en un año!)

¿Como nos caimos en esa medicion que mide ingreso, nivel educativo y esperanza de vida?
¿Por que los otros paises latinoamericanos no se caen? (Mantienen su nivel o lo mejoran)
¿Las estadisticas del IDH no son del Indek, no?

Stovokor dijo...

http://hdr.undp.org/en/statistics/

Anónimo dijo...

me refiero a que es todo una "intelectualizacion" o "ideologizacion", hablar de la desigualdad o de la igualdad, cuando la gente esta quedando en la calle, como viene pasando hace años; esa es la realidad, lo otro es una "ideologia" de la realidad, para ver si se "debe" defender o apoyar, hacia adentro del sistema politico o del "sistema discursivo de legitimacion"; chamuyo puro.

En argentina, el chamuyo puro es ley. La politica esta disociada de la sociedad hace muchos años, y lo mismo le pasa a los "sistemas de bla-bla-bla, asociados inseparables de la politica en cualquier pais".

En argentina, dado que la politica se disocio de la realidad social, arrastró consigo lejos de la realidad social, a los sistemas de discursos y el bla-bla de la comunicacion de simbolos politicos.

Por eso pasa que se HABLA de igualdad-desigualdad, pero la gente ESTÁ quedando en la calle y en la mendicidad.

Ana C. dijo...

Stovokor, en el IDH, una cosa es el índice y otra la ubicación en el ránking. Aunque el índice no cambie mucho, si otros países mejoran y Argentina no, caemos en el ránking. Lo que es llamativa es la caída del 2007/2008 a la revisión estadística de diciembre del 2008. Da la impresión que los culpables principales son dos. La relativamente baja esperanza de vida y una caída en el PIB per cápita, que en el caso del IDH se mide en PPP, es decir con poder adquisitivo comparable. La inflación y la apreciación del peso comparado con los años anteriores deberían explicarlo.

Mariano, te había hecho una respuesta larga pero veo que me distraje y no la publiqué. La hago corta ahora. La relación entre la inflación y el desempleo no es así de simple. Bajar la inflación no te aumenta el desempleo ni de ahí, mientras que si se te escapa es bastante probable que termines con un desempleo alto.

Anónimo, entendí cuál era su punto, pero si no hablamos de que la desigualdad existe y es un problema, jamás se va a hacer nada al respecto, la gente va a seguir quedando en la calle, y mendigando, o peor.

Matías Ch. dijo...

Ana C.

Según Ud. bajar la inflación no genera desempleo. Como no soy entendido en economía -y simplemento me baso en lo que al respecto se dice en la prensa- le pregunto.

En un país sin desarrollo industrial (como Argentina) ¿De qué manera sería posible frenar la inflación sin volver obsoletas las fuentes de trabajo que produjo las distorsiones del intervencionismo estatal?

Es decir, si se libera el mercado de las trabas al comercio (pues qué otra manera conoce de mantener "a raya " la inflación) ¿cómo no va a quedar de manifiesto el grado de atraso de la economía local, que subsiste a base de subsidios y araceles (exceptuando la producción agraria, por su puesto).

Anónimo dijo...

El problema no es la desigualdad; sino que, dada la desigualdad, o la creciente desigualdad, es cada vez más in-comunicable la desigualdad.

La in-comunicabilidad es el enorme problema, que esta haciendo estragos.

El del 0.33% dijo...

Mariano, muy interesante lo que dijiste. Sin embargo creo que lo de la inflación y la propensión a consumir es una verdad parcial. Diría que depende más del nivel de inflación que tengas.

Posiblemente inflaciones moderadas incrementen la propensión, sin embargo inflaciones galopantes o hiperinflaciones te despedazan el consumo por la aceleración de la velocidad del dinero (o su versión inversa, la demanda de dinero despedazada). En ese contexto la única cobertura es la moneda de referencia y consecuentemente el consumo se reduce a las necesidades básicas.

Ana C. dijo...

Matías Ch., para mantener la inflación baja hacen falta una combinación de políticas: monetarias, fiscales y de ingresos, entre las que entra una buena dosis de negociación entre los partenaires sociales. No entiendo por qué la única forma sería "liberar el mercado de las trabas al comercio".

Buena ésa, El del 0.33%. Estaba en la larga respuesta a Mariano que se me pasó de publicar. El tema es que una vez que la inflación se pasó de cierto límite, entrás en efectos de segunda vuelta, puja distributiva y un proceso de espiralización que puede ser explosivo.

cansarnoso dijo...

un blog de finanzas públicas que no tiene post sobre montoya
musvolvé
están bastardeando tu producto

cuando me levante comento este tema, interesante, pero periférico (a las finanzas públicas, no a la vida, obvio)

Ana C. dijo...

Eso ¿no? Es el turno de Mus, sin ninguna duda.

chubutense dijo...

Llego un poco tarde. No leí todos los comentarios pero me llama la atención que nadie señale lo que se desprende a mi entender del post de Lindhal.

Lo único que tienen en común los períodos en los cuales la desigualdad se mantuvo estable o se redujo son aquellos en que hubo un poder sindical fuerte.

Esto muestro el carácter profundamente reaccionario de la ideología antisindical. Y está claro que ese efecto de un sindicalismo fuerte sobre la desigualdad se da con los sindicatos realmente existentes. Esa gente fea para cierta sensibilidad progre tan alejada de la ¿leyenda? del anarquista que se desvanecía de hambre en la calle con la plata del gremio cuidadosamente guardada en su bolsillo.

Mariano dijo...

El del 0,33% y Ana: la moneda de referencia como resguardo frente a una inflación galopante depende fuertemente de la variación del tipo de cambio (aunque siempre, como aclaró Ana, dependiendo de que los agentes cuenten con la posibilidad de resguardarse, cosa menos probable a medida que "bajamos" en el nivel de ingreso). En general, esos procesos de inflación galopante se acompañan de fuertes déficits fiscales y una oferta de divisas chica respecto de la demanda.
En el caso actual de la Argentina (y de los últimos 6 años) estos factores actuaron como ancla, a diferencia de lo que pasó durante el gobierno de Alfonsín, por ejemplo.
En estas circunstancias es que la inflación del 15% anual promedio del período no hay motivos para pensar que haya sido más regresiva en cuanto a distribución del ingreso que los períodos que se propusieron como objetivo principal la estabilidad de precios. Y de hecho no lo fue, ni siquiera, probablemente, incluyendo los peores años del ciclo en el cálculo (que supongo que serán 2008 y 2009).
Saludos.

Matías Ch. dijo...

Ana C., Si la forma de contener la inflación, que Ud. propone, es la "negociación entre los partenaires sociales", debo entender entonces que se necesitará entonces un gobierno autoritario, como el de China, de manera qeu mantenga disciplinados a todos los subordinados al régimen, imponiendo medidas como el control de precios y cosas semejantes ¿No es así?

Ana C. dijo...

No. Los partenaires sociales suelen ser los sindicatos y las empresas. En algunos países suele ser necesaria la intervención del Gobierno como mediador, en otros, no. En muchos países europeos funciona bastante bien el sistema sin necesidad de gobiernos autoritarios y funciona mejor donde la tasa de sindicalización es más fuerte.

de la junta militar dijo...

a la junta sindical:

Con una buena junta sindical que tenga a raya a los precios y a las empresas se termina el problema.

Abuelo Económico dijo...

(tarde pero seguro), muy bueno el paper de Gasparini y Cruces que recomendaste. Gracias por el link.

El loro de John Silver dijo...
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El loro de John Silver dijo...

Lindhal, pienso igual que vos en el tema de Sturzenegger. Lo más preocupante, además, es que mezclara todo eso con la democracia.

¿Te parece que CFK ganó por lo que dice el paper? Sólo la votaron 3 de cada 10. Otros 3 no fueron a votar, votaron en blanco o votaron nulo. Los otros 4 prefirieron votar otra cosa. No parece que hubiera tantos electores dispuestos a ir a votar por la situación económica en la que estaban. Tampoco a votarle en contra, es cierto.

El paper de Gasparini y Cruces es muy interesante como revisión, aunque me parece que no permite un análisis demasiado fino del 2005-2006 y tiene algunas dificultades de intepretación como toda revisión.

No veo nada claro lo que dices en el punto cuarto. Me pasa lo mismo que a Arouet. ¿Dónde ves que el accionar estatal compensara algo? O quiza no entiendo bien lo que quieres decir.

La tendencia es que el Gini pre aumente y el Gini post también; el accionar estatal vía impuestos y gasto, la distribución secundaria, va siempre por detrás del crecimiento de la desigualdad de la distribución primaria a lo largo del tiempo. La fuerte correlación entre la distribución primaria y la secundaria en todos los casos, como se ve en el gráfico 9.6, indica que el impacto del accionar estatal fue siempre por detrás del crecimiento de la desigualdad, incluido el 2005 y el 2006.

Hay algo que me sorprende en el estudio. Lo que dice la tabla 3.1 es muy equívoco: entre el 92 y el 99, la desigualdad crece y decrece, no sólo decrece, como se afirma. Puede verse en la tabla 9.1. El texto del artículo matiza mucho más lo ocurrido que el resumen de la tabla 3.1.

Lo menciono porque la desigualdad decreció en el periodo de estabilización-crecimiento de 1990, 1991, 1992 y 1993; volvió a aumentar en 1994, cuando hubo un menor crecimiento, y con el Tequila. En el post-Tequila, saltos hacia adelante y hacia atrás, siempre manteniendo la tendencia a crecer. Y a partir de 1999 crece de manera ininterrumpida. En el 2002, según la tabla 9.1, la desigualdad alcanza su pico histórico.

La desigualdad desciende a partir del 2003, pero el accionar estatal a partir del mismo año no presenta mucha variación en relación a fines de la década de 1990 y durante la misma crisis. Puede verse el impacto redistributivo que da el Kakwani de la tabla 9.1: apenas 0,01 más en el 2006 que en 1999, nada. El gasto social es menos progresivo en el 2006 que en 1999, 2000 y 2001. El impacto redistributivo del 2005 fue menor que el del 1999, 2000 y 2001. El 2003 y el 2004 llevan todavía más para atrás, a 1993-1994. No veo la compensación. Como apunta el estudio más en general: The progressivity of SPE has been also growing over time, fueled also by increasing income inequality: a given expenditure structure is more progressive if the income distribution becomes more unequal.

Si se pone en relación esta revisión con estudios más específicos sobre el reparto del crecimiento y estudios sobre el mercado de trabajo, lo que se observa el Gini de la tabla 9.1 es bastante aterrador: es evidente que la distribución primaria desde el 2003 fue todavía más inequitativa que en los 90 y lo mismo la secundaria. Me parece que la división temporal que propone el paper sesga la visión de conjunto, como si hubiera un cambio de tendencia en el 2005-2006, que, por otra parte, es evidente que los años 2007 y 2008 no confirmarían de ningún modo.

Más allá del paper, mi hipótesis, Lindhal, sería que la estructura del gasto social es resultado de la desigualdad, no forma parte de ningún diseño de políticas públicas para reducirla, incluida la era K. Como más crece la desigualdad, más crece la pobreza y la fragmentación social, y es inevitable que el estado tenga que poner más esfuerzo en las políticas de contención del pauperismo y los efectos de la fragmentación social.´"Políticas de contención" quizá sería un nombre más apropiado que "políticas sociales", que serían algo más serio que lo que se hizo en los 90 y se sigue haciendo ahora, con un esquema bastante parecido. El gasto social serviría meramente para gestionar la pobreza, así como la fragmentación social y sus ramificaciones, no para compensar nada. El esquema no se basa en ninguna red básica de seguridad socioeconómica, ningún piso social universal, ni tampoco existe ninguna planificación orientada a que la educación, la salud y las jubilaciones contribuyan a una mayor equidad social. Fíjate en lo que ocurre con el impacto redistributivo: la tendencia desde los 90 es a una mayor impacto, al tiempo que la desigualdad aumenta. Es el "modelo social" Menem-Duhalde-Kirchner. Entre el 2003 y el 2006, pese al crecimiento del empleo, la pobreza se siguió consolidando estructuralmente. Hay que recordar que en el mejor momento de la era K, que era teóricamente el 2006, la pobreza era la de 1999.

Digo "teóricamente", porque hay un dato adicional a tener en cuenta para el 2006. El dato de inflación del 2006 es menor que el del 2005. Se acepta el dato de la inflación del 2006 porque el INDEC no se intervino hasta enero del 2007, pero no es muy creíble. En el segundo semestre del 2006 era ya muy evidente que la inflación implícita y el IPC divergían en exceso.

Añado que, con una estructura de gasto social que no obedece a un criterio consistente orientado a la equidad, dos de los factores por los que cabría interpretarla serían el control del conflicto social y el clientelismo. Hay una explicación de Rubén Lo Vuolo que pone en conexión desigualdad, políticas sociales y clientelismo que me parece muy acertada: "Por un lado se distribuye poder de voto a razón de uno por cada ciudadano/a; por otro se distribuye riqueza -incluyendo empleo- de un modo desigual. Esta brecha funcional se trata de cubrir con la distribución discrecional de beneficios que no están asentados en derechos de los ciudadanos sino que dependen de la arbitrariedad del poder político. Este es el modo en que operan las políticas asistenciales en el control social y en el control del voto cautivo".

***

Hay otra que me llama la atención: ¿sabes de donde sale la serie de inflación de la tabla 3.2? Es más baja a partir del 2004 que la serie que yo tengo, pero coincide para atrás

estudiante crónica dijo...

Loro, la interpretacion del resultado de las elecciones de 2007 es BS. No se le pueden imputar preferencias a los que eligieron no expresar sus preferencias. es como decir que Obama solo lo voto el 33% (52.9% de 61.7% de la voting eligible population).
A Fernandez de Kirchner la voto el 45%. La formula siguiente fue elegida por el 23% de los los votantes (o Carrio tiene un techo del 16%?)


Come on!

El loro de John Silver dijo...

Estudiante crónica, me interesa más el problema de la desigualdad que planteaba el post que las elecciones del 2007.

En cuanto a la comparación con Obama: sí, es lo mismo en cuanto a que ambos fueron elegidos por un tercio del universo electoral. Que alguien pueda ser elegido por un tercio del universo electoral es algo que viene determinado, de entrada, por las reglas electorales. No lo trae una cigueña que viene de París.

Aunque el caso de Obama es totalmente distinto si se consideran dos cuestiones adicionales. Cuando se analiza la formación de preferencias, en Estados Unidos hay que registrarse para votar y en Argentina el voto es obligatorio, salvo para mayores de 70 años y causa mayor justificada. Cuando se analizan las preferencias expresadas, resulta que Obama obtuvo más votos que todo el resto de candidatos sumados, a diferencia de CFK.

La cuestión no era si CFK ganó, sino la razón por la cual ganó.

Y es obvio que la preferencia de no votar en lugar de votar afecta a todos los candidatos en cuanto a la magnitud del resultado en relación con el padrón, por supuesto. Ni idea en cuanto al techo de ningún candidato.

Me limitaba a comentarlo en el caso de CFK por la sencilla razón de que el divertido comentario humorístico de Lindhal dirigido a los "pavotes republicanos" era que el hecho de que CFK ganara se explicaría por la periodificación que ofrece el artículo.

Me lo tomé como que estaría bien que algunos "pavotes republicanos" pensaran en la desigualdad y la pobreza. Tiene toda la razón.

Pero no dejé de pensar al mismo tiempo más seriamente en la cuestión, de ahí mi interrogante.

Si ésta es la principal razón, entonces se votó a favor o en contra de un "cambio" en relación con lo ocurrido hasta 2006. Pero, para que eso fuera así, habría que presuponer un voto a favor del "cambio" y otro en contra del "cambio" en función de los intereses personales.

No parece adecuarse al hecho de que de hubiera 2,5 millones menos de electores que expresaran su preferencia por CFK que el número de electores que expresaron su preferencia por otros candidatos y, además, sólo en el universo de los que votaron y expresaron alguna preferencia por algún candidato (es decir, los que no se abstuvieron ni votaron en blanco; hubo más de un millón y cuarto de votos en blanco).

No hay manera de conocer las segundas preferencias de quienes expresaron alguna preferencia por un candidato en la primera vuelta porque no hubo segunda vuelta. Si hubiera existido la posibilidad de expresarlas para quienes las tuvieran, habría sido interesante considerar que ocurría con la paradoja de Condorcet. En el terreno práctico, la distancia entre el primer y el segundo candidato en el 2007 no era un asunto menor: determinaba la posibilidad que existiera segunda vuelta. De ahí la importancia de las denuncias de fraude de los candidaturas opositoras: no se debatía si CFK quedó primera, si no el margen por el que quedó primera, que impedía la segunda vuelta por apenas un poco más del 5% de los votos. Como ve, con poco puede cambiar mucho según las reglas empleadas.

Y, para el universo de quienes prefirieron no votar a votar (abstención, 6,5 millones) y de quienes expresaron realmente que eran indiferentes a que ganara ningún candidato (voto en blanco, 1,2 millones), es evidente que los beneficios de votar por cualquier candidato o expresar su preferencia por alguno eran menores que los de no hacerlo si asumimos que el coste del voto no es cero.

Si consulta el capítulo 14 de An Economic Theory of Democracy de Downs verá que hay varios escenarios distintos para considerar la abstención. Elija el que más le guste: hay uno precisamente basado en la noción de cambio-no cambio. Lo de Downs no me convence en absoluto, pero, si nos ponemos a hablar de preferencias, más vale empezar por algún lugar mínimamente serio en lugar de repetir como un mantra un resultado producido bajo determinadas reglas electorales. Ni Downs acepta que el coste del voto es cero y, por lo tanto, que todo el mundo que se abstiene es perfectamente indiferente.

Hay múltiples razones para cuestionar que el factor decisivo del resultado del 2007 fuera el descenso de la desigualdad y la pobreza hasta 2006 en comparación con su pico histórico más allá de quien detente la presidencia lo haga de acuerdo con las reglas constitucionales y electorales.
No veo que las haya, en cambio, para no considerar como un importante factor la marcha general de la economía, pero eso es bastante más amplio que el descenso de la pobreza y la desigualdad hasta el 2006. Se parecería más bien al famoso "voto cuota" del menemismo. Habría que ponderarlo, en mi opinión, en relación con el peso de las reglas electorales y otros fenómenos, incluido los relacionados con el uso clientelar del gasto y la maquinaria política clientelar.

Y aprovecho para decirle, de paso, que el hecho de que una elección se produzca bajo determinadas reglas electorles en un sistema democrático y sea aceptable de acuerdo con un criterio de legalidad no obliga a nadie a dejar de reflexionar en qué medida cualquier resultado electoral está influido por esta mismas reglas y fenómenos políticos y sociales diversos, y cuáles son las posibles razones del resultado.

Cálmese un poco. La pobreza y la desigualdad no subiran ni bajaran según lo que ocurra en unas elecciones legislativas parciales, seguro. En una dinámica de recesión económica, inevitablemente se agravaran, sin que el "modelo social" Menem-Duhalde-Kirchner tenga otro efecto que el que ya tuvo en anteriores crisis.

Moyano, D"Elia y Cia. dijo...

"The sizeable rise in inequality in
the 1990s seems to be associated to reallocations against unskilled-labor intensive
sectors, and skilled-biased technological change within most sectors, both factors
stimulated by the process of economic integration."

estudiante crónica dijo...

Yo estoy de lo mas tranquila, loro.

Downs tampoco me convence. nunca termina de explicar por que alguien, contra todos los costos de participar, y la infima probabilidad de influir en el resultado, termina haciendolo, excepto "uphold the democratic system". Y en un momento dice que para uphold the democratic system hace falta que vote una sola persona.

BTW, en argentina no participar tiene costo 0. O sea, es obligatorio, pero no esta enforced.

a mi tambien me preocupan la desigualdad y la pobreza.Tampoco creo que una eleccion legislativa cambie la tendencia.

Si creo que las cosas en 2003-2007habrian sido peores si hubiera ganado Lopez Murphy o Menem. (yo habia votado a Carrio). algo de credito hay que darle a NK.

El loro de John Silver dijo...

Estudiante crónica, participar tendría un coste, físico y temporal: al menos desplazarse para votar y recopilar información, por ínfima que sea, relativa a dónde, cómo y a quienes o qué votar. No es necesaria la penalización para que algo tenga un coste. Lo interesante serían las razones por las cuales una inmensa mayoría de abstencionistas, con un coste tan mínimo, prefieren no votar a votar. Parece evidente que eso tendría que ver con sus expectativas, a su vez relacionadas con la información previa.

Mi comentario sobre la diferencia entre los gringos y nosotros apuntaba a que, incluso sin la dificultad previa de registrarse, un factor que incidiría en la elevada abstención en EEUU, el coste sigue existiendo.

La cuestión no sólo vale para CFK, sino para MM: su elección fue acompañada del récord histórico de la abstención en CABA.

El crédito que le doy a NK es el mismo que se da él mintiendo sobre la inflación, las cifras sobre la pobreza o su acción de cogobierno en el PE sin mandato democrático para hacerlo, para no ser exhaustivos: ninguno.