martes, 18 de marzo de 2014

Una aproximación a la focalización de los subsidios a los servicios públicos en Argentina

Me llega un documento elaborado por la  Dirección Provincial de Estudios y Proyecciones Económicas del Ministerio de Economía del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que, creo, es de lectura obligatoria para todos y todas.

Leemos:

Resumen ejecutivo
Con la crisis de finales del 2001 y la salida del régimen de convertibilidad en enero de 2002, la estructura de precios de la economía se modificó abruptamente producto de la devaluación del peso, el cual sufrió una caída de su valor medido en dólares del 75%. 

Las tarifas de los servicios públicos fueron congeladas en medio de la crisis para tratar de contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. Pasada la crisis y con los precios estabilizados, el objetivo de la política económica fue mantener la nueva estructura de precios relativos basada en un tipo de cambio competitivo (alto) y un esquema de tarifas, transporte y combustibles baratos. En este contexto se estableció un esquema explícito de subsidios a través del cual se mantuvieron congelados los precios de los servicios públicos sin generar pérdidas en las empresas proveedoras. Con el paso de los años y de la mano de una política fiscal, monetaria y cambiaria abocadas a sostener el crecimiento económico, el nivel de actividad se recuperó con fuerza, creció el empleo y se recompuso el salario real. Así, los subsidios se fueron convirtiendo en una herramienta fundamental dentro de la política económica, insumiendo una parte cada vez mayor del gasto público nacional. El sostenido aumento del gasto en subsidios y las dudas sobre su equidad distributiva y eficiencia en la asignación de los mismos, sugieren la necesidad de estudiar con mayor detalle este tema. En este sentido, de acuerdo a los datos que publica la Asociación Argentina de Presupuesto y Ad-ministración Financiera Pública (ASAP), en 2013 los subsidios económicos alcanzaron una cifra cer-cana a los 135 mil millones de pesos (5% del Producto Interno Bruto). El grueso de las transferencias fue destinado al sector energético (61%) y al transporte (26%).

A partir de los datos de la ASAP para 2013 y utilizando la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares (ENGHo) 2004-2005 publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC), se estimó la incidencia distributiva de los subsidios a la energía residencial (electricidad, gas de red y gas envasado), al agua y saneamiento y al transporte público de pasajeros (colectivo, tren y avión)

Como puede observarse en el Cuadro Nº 1, salvo el caso del gas envasado, ninguno de los subsidios es pro-pobre, ya que los montos de los mismos terminan mayoritariamente en sectores de ingresos medios y altos. No obstante, excepto para los pasajes aéreos, el resto de los subsidios sí son progresivos.

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