Hoy leía esta nota de
Zaiat, y me puse a pensar en la jerarquía institucional que necesitaría tener en la Argentina un organismo como la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Si existen algunos consensos entre los economistas, uno es que la economía argentina se caracteriza por tener en algunos sectores estructuras de mercado altamente concentradas, cartelizadas, oligolizadas, monopolicas, etc. Rápidamente se me vienen a la mente, el cemento, el papel, cigarrillos, leche, obra pública, además de los casos típicos de los servicios públicos privatizados. Esta otra
nota que salió mientras pulía este post nos ilustra sobre el tema. El consenso antes mencionado podría hacer pensar a algún distraído o marciano que el resguado de la libre competencia en los mercados es una política de estado. Ok, tenemos una muy moderna ley de defensa de la competencia, pero no veo que el funcionario a cargo de la Comisión sea un personaje conocido, aunque sea entre la profesión, ni hablar de la opinión pùblica. No se si será muy científico de mi parte, pero creo que los funcionarios que tienen a cargo politicas públicas de alto impacto efectivo suelen ser personajes públicos.
Entre los economistas que conozco hay algunos que sueñan con ser ministros o secretarios de hacienda, ninguno quiere ser el presidente de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
Este organismo ni siquiera tiene edificio propio. Hasta donde yo se funciona en el edificio de la Secretaria de Industria.
Respecto a las acciones de la comisión, la nota, nos cuenta que Sbatella le informó a la Ministro que “desde la vigencia de la ley se han rechazado sólo dos fusiones, mientras que el resto han sido autorizadas, la mayoría sin ningún tipo de condicionamiento”. A confesión de partes relevo de pruebas.
En la blogsfera se suele hablar de página K, tres o cuatro notas seguidas publicadas sobre la comisión, me da que pensar. O el diario se despejando, no creo, o se estará preparando alguna movida grossa?