Hoy el post lo escribe @lacarancha
La imaginación de crítico del
gobierno especializado parece interminable, pero tiene siempre una misma base
de la cual abreva, no es tan creativo después de todo.
Para poner un ejemplo, tomemos
las críticas a las políticas de asignación en efectivo, que los susodichos
críticos insisten en denominar “planes” (de allí el despectivo mote de
“planeros” a quienes perciben alguna de esas asignaciones).
Ya desde el protoperonismo se opusieron con fuerza a cualquier política que se
corriera de una perspectiva de beneficencia o caridad con la que siempre
estuvieron dispuestos a socorrer a los pobres (sobre quienes aseguraron siempre
que para ser pobres alguna debilidad moral o mental deben tener), y pudieron
enfocar su odio hacia una primera organización, que los desafiaba abiertamente:
la Fundación Eva Perón.
No obstante la historia, el
discurso anti-planero sigue cada vez con mayor vigencia, y recrudece en su odio
en la última década, cuando ya parece que las asignaciones en efectivo vinieron
para quedarse y volverse derechos.
Una de las principales críticas que se hacía a
cualquier entrega de dinero en efectivo era que los pobres -por la debilidad de
la que ya hablamos- son fácilmente manejables por cualquiera que les “dé” algo.
Eso hace que aparezcan los punteros y políticos corruptos, que los usan y
generan un desvío del dinero asignado en su propio beneficio, por lo cual la
plata se pierde.
Ahora bien, cuando se demuestra
que hay una voluntad de hacer llegar el dinero directamente a sus
destinatarios, bancarizando las asignaciones, rápidamente recrean la crítica, y
ahora culpan a los propios destinatarios: en este caso afirmarán que los pobres
-recordemos que son débiles morales- van a hacer mal uso de cualquier dinero
que se les otorgue. Van a gastar en vicios, en lujos absurdos para su clase, en
placeres que no les son necesarios. Por eso hay que darles comida y elementos
básicos que necesitan para vivir, para que no se acostumbren a cosas que
después no van a poder comprar, y entonces van a robar para tenerlas. Es
necesario que aprendan a tener una “pobreza digna” dicen, como si eso no fuera
de por sí un oxímoron (varios
legisladores y funcionarios afirmaron eso de un gran porcentaje de la población
que representan, no necesito recordarlo).
Entonces, llegamos a una
conclusión: los críticos del gobierno, sean especializados o amateurs, tienen
un mismo foco al que apuntan su crítica: cualquier política que genere la
posibilidad a los pobres de tomar sus propias decisiones respecto de qué hacen
con su dinero.
Es el peronismo, idiota.
6 comentarios:
Cualquier duda respecto al carácter peronista o no de un gobierno, o de una medida de ese gobierno, hay que evacuarla auscultando la opinión de los antiperonistas
Excelente su posteo, Compañero. Lo robo para publicarlo en feisbu, previa cita de fuente.
Terrible caradura, casi me pongo a llorar... pero no de la emoción, sino de la indignación.
Me conmueven los delincuentes peronistas que hacen beneficencia con dinero ajeno y que viven en la opulencia .
¿Los pobres deben tomar sus propias decisiones con el dinero que les obsequia el gobierno?
¿La ayuda en metálico es un derecho? qué raro, pensé que la condición para recibir las ayudas era mandar a sus muchos chicos al colegio y darles las vacunas... ¡qué injusticia! ¿los ricos tienen que demostrar algo para recibir dinero?
¿Acaso los pobres no tienen derecho a la cerveza y el charuto?
Total el comedor escolar siempre está abierto...
"cuando ya parece que las asignaciones en efectivo vinieron para quedarse y volverse derechos". Estas seguro?, basta replicar la megadevaluacion del 350% del zabeca en 2002 con salarios y jubilaciones congeladas para pulverizar no solo la AUH, sino a todos los argentinos con ingresos fijos.
El tema es que cuando le "sacas" a los "que más tienen", estos tienen que evadir más, por eso les molesta, no les gusta robar!!!, los pone de mal humor y por eso no pagan patente, no pagan los "REY" de sus barcos, construyen en barrios cerrados sin pagar impuestos, en fin unos "garcas"
¿Qué tiene de malo el peronismo?
Casi casi parece una pregunta retórica.
Sin embargo, pocos se atreven a insinuarla.
El fascismo históricamente ha seducido al Lumpenproletariado, pero en el Tercer Mundo también ha socavado la moral Proletaria, infiltrando Sindicatos otrora combativos y populares. Sindicatos que fueron de hecho abandonados a su suerte por las Traiciones del Stalinismo (como bien lo cuenta Ernesto González en "que fue y que es el peronismo", publicado un año después de La Masacre). La Burguesía "decente" parece inhibida de contrarrestar la influencia populista. ¿Acaso asumen con total complicidad su insolvencia nacional y popular? El peronismo parece haber monopolizado a voluntad el control sobre lo que queda del proletariado argentino y su secuela de Lumpens. La "izquierda" burguesa hace muy poco esfuerzo por socavar al fascismo y sus consignas manipuladoras, demostrando su naturaleza también reaccionaria.
El fascismo NO es popular, es Populista, que es casi todo lo contrario. El fascismo MASIFICA, no le otorga protagonismo a La Lucha Obrera. -"De casa al trabajo"- ordenaba El Patrón de López Rega. Incluso el fascismo se sirve de la agitación supuestamente "popular", caso montoneros, para desnaturalizar, infiltrar y finalmente sabotear la legítima lucha popular (Cordobazo).
El fascismo quizás regale el Aguinaldo (cuando le sobre recursos), pero invariablemente sabotea las organizaciones populares, atestándolas de -"Alcahuetes y chupamedias"-, por lo bajo.. En realidad, patoteros, tránsfugas, conservadores y ... ¡La Burocracia antipopular está servida! (continuará..)
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