jueves, 18 de septiembre de 2008

Cristina es ortodoxa

O al menos no quiere volver a la fatal espiral inflación-devaluación.

Ahora no se si votar a Néstor o a Cristina en 2011.

10 comentarios:

Ulrich dijo...

Ahora se nos hizo fanática del ancla cambiaria. Serán recuerdos de los buenos viejos tiempos de la 1050? Para ella y el marido, al menos.

Ana C. dijo...

Uy, y también insinúa suavemente la necesidad del pacto social cuando los convoca a analizar "seriamente" el tema con los trabajadores.

Y parece que bajan los subsidios...

Un problemita sería si el tipo de cambio se aprecia demasiado y la gente empieza a irse de vacaciones a la Costa del Sol en lugar de a la Costa Atlántica, pese a las claras ventajas comparativas de esta última.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Ergo, Lindahl es ortodoxo. Pueden ponerlo en el babnner de arriba. "En este blog pretendemos compartir... bla... tenemos una perspectiva ortodoxa de la economía, bla..."
No es pecado, eh. Pero después no den tantas vueltas...
Saludos

Ana C. dijo...

Oiga, Escriba, que a usted le guste poner todo en blanco y negro y no sepa diferenciar a la ortodoxia de la heterodoxia no nos califica como ortodoxos.

¿Por qué tendríamos que decir algo que no es cierto?

Al final de cuentas tenemos bastantes elementos de juicio como para autodefinirnos como lo que creamos más cerca de la realidad ¿no?

¿No le pareció una buena cosa que Cristina no le haya dado el gusto a la UIA?

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Me guío por el post nomás. Ya lo creo lo de la UIA, lo destaqué en el blog. Pero una cosa es ser heterodoxo y otra delincuente común o De Mendiguren ¿no?
Saludos

Ulschmidt dijo...

Al fin y al cabo, el "acuerdo social" de que se hablaba en la campaña - y terminó en espuma - era el mismo concepto. Concertar, administral la espiral precios-salarios.
Esta bien que no inflen el dólar, pero el correlato será un montón de "no" en la siguiente ronda de paritarias. Y más conflictos laborales por tanto. Si están dispuestos a pagar el precio, bienvenido sea.

Anónimo dijo...

Creo que la situación amerita un replanteo sobre qué es ser ortodoxo qué ser heterodoxo hoy. ¿El gobierno de EEUU es ortodoxo en su manejo de la crisis financiera?
¿Brasil fue ortodoxo hasta ahora, subiendo los salarios en dólares por encima de sus posibilidades, generando un gigantesco déficit de cuenta corriente y ahora devaluando en forma brutal?
En todo caso, ¿eso es sinónimo de ser serio o de seguir a la manada?
Si los K hubiesen dejado caer la cotización del dólar y hubiesen facilitado que todos volviéramos a veranear en el Caribe, ¿eso habría sido una demostración de seriedad?
¿Se imaginan en la Argentina una devaluación forzosa de 30% en una semana, como ocurrió en Brasil?
¿Le fue mejor a Brasil al generar una dependencia de las inversiones extranjeras, que a la hora de la verdad se esfuman en un segundo, demostrando que les importa muy poco el investment grade?
Al final, parece que ahora todos van a hacer lo que hicieron Duhalde y Lavagna. La realidad puede ser fea, pero es la realidad.
Saludos,
FG

Lindahl dijo...

es todo cuestión de perspectivas, escriba. para algunos marxistas, el peor enemigo es el estado de bienestar, porque emboba a la clase obrera.

para ud, yo soy ortodoxo. quévacer.

Anónimo dijo...

Creo que acá no es un tema de ortodoxia o heterodoxia. El modelo de tipo de cambio alto sirvió en los primeros años luego del colapso de 2001. Los factores ociosos eran de tal magnitud que la economía pudo crecer rápidamente vía los sectores exportadores y sustituyendo importanciones, con una inflación mínima. 4 años después empezaron a llegar los límites del modelo, que se vieron en inflación y apreciación real del TC. No es cuestión de ortodoxia proponer usar el ancla cambiaria. Es una imposición de la realidad. Cualquier devaluación nominal, en el estado actual de la economía argentina, probablemente se traslade en su mayoría a precios y muuuuy poco a cantidades. Podrían efectuarse "mini devaluaciones" en un contexto de inflación al 10%, pero en el orden del 25% hacerlo es jugar con fuego porque la trayectoria no es sustentable y la economía se sale del corredor. En todo caso, tenemos que evitar la revaluación excesiva del peso vía una política anti-inflacionaria. Es hora de que empecemos a buscar competir con un modelo de alta productividad y salarios altos en lugar de uno con tipo de cambio alto y salarios por el suelo.
Es saludable el frenar en seco a la UIA en este tema, pero también es verdad que desde el Estado tienen que empezar a generarse las condiciones para que la producción nacional sea competitiva más allá de las cuestiones de "competitividad-precio". Si no lo hacemos YA, me temo que la Argentina va a perder una tremenda oportunidad de dar el salto hacia el desarrollo.
Saludos

Anónimo dijo...

Creo que para seguir adelante Argentina tendría que:
-generar confianza nacional e internacional. Eso lleva años.
-manifestar la voluntad de pagar las deudas. Deliberarlo a nivel ciudadano.
-mantener una política exportadora, maximizando el saldo de la balanza,
-para lo cual es indispensable producir minidevaluaciones continuas.
-para atenuar el efecto inflacionario es indispensable conversarlo mucho con los sectores.
-para colmo de males también deben actualizarse las tarifas y combustibles a niveles internacionales.
-Es indispensable parar la suba de precios y los reclamos salariales (o reducirlos al mínimo posible)
-Todo lo dicho requiere que el pueblo lo entienda así (peor: primero que el gobierno lo entienda así.
-Además eso debe hacerse sin bajar el Gini,
-y utilizando hasta la última gota de infraestructura ociosa.
-Todo para lograr aumentar la inversión interna y externa, cosa que se verá en dos o 3 años claramente.
-Si todo sale muy muy bien y sin huelgas puede mantenerse una inflación en niveles del 25 0 30% por unos 2 o 3 años y a partir de allí comenzar a bajar. ¿que te parece? ¿imposible?
Si no podemos hacerlo caeremos nuevamente en moneda convertible a dolar, para parar la hiperinflación