miércoles, 10 de septiembre de 2008

La Unión Monetaria del Sur

Empiezan a salir noticias sobre usar las monedas nacionales en el comercio intra-Mercosur y yo ya me estoy imaginando La Unión Monetaria del Mercosur, o para abreviar, la UMSur. Hasta me pongo a inventarle un nombre a la moneda común.

La verdad es que el Mercosur ése es un proyecto que va a los tumbos, aunque no hay gobernante que se precie que se pierda la ocasión de hacer alarde de sus dones comunicativos hablando de la unión de los pueblos americanos. En parte, la culpa es de todas las crisis y sacudones por los que pasaron los cuatro países, pero, sobre todo, no parece haber demasiadas ganas de UMSur.

El problema principal es que una unión monetaria tiene que tener la misma política monetaria para todo el mundo y eso puede ser bueno en caso de shocks simétricos, pero no tan bueno si los shocks son asimétricos. El caso del aumento del precio de la soja es un ejemplo de shock simétrico, ahí la respuesta monetaria podría haber sido la misma. El aumento en el precio del petróleo, al no afectar a los países de la misma manera, un ejemplo de shock asimétrico en el que a un país le puede convenir una política y al otro, otra.

Ahora, hay un caso, que es cuando los países forman un Área Monetaria Óptima, en que dos países, o más, pueden tener una moneda común. ¿Cuándo nos encontramos ante un Área Monetaria Óptima? Hay criterios económicos y políticos para determinarla. Los criterios económicos son tres:

– El de Mundell, que exige una gran movilidad de los factores productivos

– El de Kenen, que requiere estructuras de producción y exportaciones diversificadas y similares y

– El de Mc Kinnon, según el cual los países tienen que tener un alto grado de apertura comercial y fuertes relaciones comerciales entre ellos.

En el caso del Mercosur ninguno de estos criterios económicos se cumple demasiado, pero en el caso de la Unión Europea, tampoco. La cosa pasa por lo político, entonces. Veamos.

El Área Monetaria Óptima también puede funcionar si

– Los países estuvieran dispuestos a sostenerse mutuamente en caso de que una crisis afecte más a un país que a otro,

– Existiera un consenso generalizado sobre cómo reaccionar en caso de un shock adverso, qué tipo de políticas seguir y a qué sectores privilegiar.

– Hubiera apoyo político al proyecto común, es decir los países creyeran que es bueno integrarse políticamente.

Pero bueno, si los criterios económicos no se cumplen demasiado, qué podemos decir entonces de los criterios políticos, cuando entre los miembros de esa UMSur con la que yo divago hay uno que ni siquiera consigue ponerse de acuerdo consigo mismo.

11 comentarios:

El del 0.33% dijo...

Ahhhh! Muy bueno. Siempre quise que alguien diga que las Uniones Monetarias nada tiene que ver con economía sino con política. Al fin lo puedo leer de alguien.

Ahora haceselo entender a tooooooodos los economistas que escribieron cientos de papers sin tener en cuenta el factor político, ni mucho menos cuestiones básicas para este tipo de auerdos como la solidaridad de los pueblos.

En la union europea son pocos los que se quejan cuando hay más transferencias hacia un país para nivelarlo. Sin embargo no me imagino a brasil o argentina transfiriendo recursos hacia un lado u otro para nivelar...

Ana C. dijo...

O hacia Paraguay y Uruguay, que son los que más los piden.

Lo divertido es que en la UE, cuando se hacían todos los estudios de pros y contras de la Unión, las ventajas y desventajas daban más o menos niveladas. Fue la decisión política de hacerlo lo que la hizo realidad.

La otra cosa interesante es que hay una especie de realimentación, una vez que tomás la decisión política, la misma existencia de la Unión monetaria ayuda a que los países converjan. No de un día para el otro, obvio.

Anónimo dijo...

Gracias por ser tan clara, muy buen texto

Cordiales,

Julián

Zabalita dijo...

Ahora, yo tengo algunas dudas con este tema. Muchas veces en lo que al Mercosur se refiere me da la impresión que se pone el carro delante del caballo.

Digo, no está ni remotamente terminada la unión aduanera, uno podría hasta poner en tela de juicio hasta que punto el componente de zona de libre comercio del Mercosur funciona, y sin embargo ya se habla de parlamentos, monedas comunes y otras yerbas.

En otras épocas se había avanzado bastante en los temas de coordinación de políticas macro, pero luego todo ello quedó en el olvido pareciera. En aras de la salud bastante deteriorada del bloque no sería hora de desempolvar esos viejos proyectos?

Es decir, desde que Brasil devaluó el real en el 99 mi impresión es que poco se ha avanzado. Pasan los gobiernos y la cháchara de la asociación estratégica, el Mercosur como destino y demás suena y resuean, pero por alguna razón fallan las efectividades conducentes.

Me parece bien comerciar en pesos y reales. Pero no sería hora de dejar atrás la etapa de Unión Aduanera Imperfecta y solucionar esos aspectos que hace años corremos debajo de la alfombra: doble tributación, perforaciones al AEC, excepciones al libre comercio? Y una vez resuelto esto, avanzar hacia una integración profunda.

De otra manera siento que seguiremos escuchando de relanzamientos y asociaciones estratégicas.

Ulschmidt dijo...

Muy didáctico lo suyo. Pregunto: En el muy particular caso nuestro, una moneda común no crearia un "seguro" contra gansadas nacionales? Digo, que si una nación decidiera destruir su moneda como mecanismo de licuación de deudas, devaluación salvadora, fuga para adelante, etc... - tan típico en nuestra historia - la imposibilidad de hacerlo sola no obrará como un previsibilidad impuesta?

Anónimo dijo...

cincido con todos:
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Resumen: Técnicamente no hay dificultades en hacer una moneda común latinoamericana, comenzando con el comercio entre países. Las dificultades son la falta de entender el sentido, y las relaciones de poder, y el mecanismo de la toma de decisiones, y las situaciones creadas...
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Supongamos que los países A,B.......Z resuelven crear una moneda común, y supongamos:
-A, B, C, D,.... son países latinoamericanos del área pesur
-A exporta a B por x pesur y esa transacción se anota en la contabilidad SP (on line).
-internamente tanto en A como en B los gobiernos arreglan con los exportadores e importadores, tal que la contabilidad SP es de los Estados, no de los particulares (para el inicio)
-una vez en funcionando todo, el exportador de A arregla con el importador de B el valor en pesur.
-Hay muchas transacciones A-B o C-D... . Cada particular que impòrta o exporta arregla con su gobierno la equivalencia entre pesur y las respectivas monedas nacionales y la forma de pago.
-De modo que cada país tiene siempre un saldo impo-exportador. Obvio de suma total cero.
-¿qué es el pesur? (o como se llame, es intrascendente). Hay buenos procedimientos matemáticos para asignar un valor al pesur para que mantenga su valor PERMANENTEMENTE. Lo podría hacer un burro como yo, pero mejor que un comité de economistas y matemáticos lo resuelva (no por difícil, sino para darle confiabilidad)
-De modo que los valores en pesur de los transables latinoamericanos se mantienen con pocas variaciones relativas. Por supuesto los precios relativos van a variar adaptándose a las nuevas tecnologías y a los mercados internacionales, pero todos van a estar en torno a un valor, subiendo unos bajando otros.
-pero la dificultad es política y no tecnológica.
-Pero para que hablar al aire si las decisiones las toman los abogados que no entienden (salvo los porcentajes, no saben hacer cuentas) (broma).

Anónimo dijo...

Uls:
Creo que la moneda (pesur?) puede hacerse con diferentes grados de influencia en las modalidades particulares de cada país. Pienso que lo más liviano es evitar el uso de monedas como el dólar. Eso se puede hacer sin cambir mucho. Hagámoslo y luego vemos.

Anónimo dijo...

Ana, esa dilema político-económico es fundamental. Yo vine a Inglaterra en 1972, antes del referendum sobre si se entraba al Mercado Común o no. Me quedé pasmado con la campaña por Sí del gobierno, porque pintaron al Mercado Común como una unidad económica y nada más. Yo, viniendo de Buenos Aires, tenía mucha más idea de Monnet y las aspiraciones a integrarse cada vez más que los votantes ingleses promedio. Que creyeron que votaban por una nueva y mejor versión de EFTA, que les había fallado, y nada más.

Ese fue el pecado original de la relación del UK con la Comunidad, porque la gente aquí, cada vez que avanzó la integración, lo vió como un abuso de los burocrátas que no era lo que ellos habían votado.No les avisaron de la intención política. Eso se complicó con factores inevitables de nacionalismo, aislamiento natural de la isla, etc, pero el problema de fondo siempre ha sido la falta de interés en el aspecto político de la Comunidad – que llevó al rechazo del Euro, parte inevitable de una integración siempre creciente.

En ese sentido, la propuesta de union monetaria entre Argentina y Brasil, cuando falta tanto para lograr en la unión económica (las aduanas siguen existiendo, con derechos altos) y política, es como pensar en casarse antes de haber intercambiado números de teléfono.

Zabalita dijo...

De alguna manera, veo que coincidmos Guillermo

Anónimo dijo...

Muy buen post. Lo que mencionás en cuanto a la conveniencia o no de una política monetaria única lo podemos ver hoy en la Zona Euro. Mientras paises más dinámicos como Alemania apoyan la decisión del BCE de mantener la tasa de referencia en su actual nivel, paises al borde de la recesión, como Italia, presionan por un relajamiento en la política monetaria. En ese sentido, este es un elemento que, como bien concluís, debe ser tenido en cuenta.
Por otro lado quisiera permitirme una dosis de pesimismo acerca de la posibilidad de que el "Pesur" vea la luz alguna vez. Los procesos de unión monetaria llevan décadas de coordinación y convergencia. Europa comenzó luego de la Segunda Guerra Mundial con la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, y recién 50 años después adoptó el Euro. Con la bajísima calidad de las instituciones en nuestros paises, la extrema volatilidad en las condiciones políticas y económicas y el nulo pensamiento de largo plazo, veo muy complicado que el Pesur siga, alguna vez, una historia similar a la de la moneda única europea.

Anónimo dijo...

Insisto:
-Por la característica de latinoamérica hay que comenzar por una moneda para las transacciones multilaterales de la región.
-Que no se mete para nada con las monedas internas.
-No pretendamos de entrada un Eurolatino porque eso demorará muchísimo.
-El mecanismo para fijarle un valor constante es talvez lo único que va a enfrentar diferentes opiniones, pero es lo menos traumático de todo.
-Es muy importante que no requiera un papel moneda y que se pueda hacer solo con transacciones contables.
-¿y la política?
-Otros detalles de la propuesta del “pesur” que la propongan los que saben de finanzas.
-Luego se pueden adicionar prestaciones.
-Me parece que de entrada intentar otras cosas es meterse en mayores problemas. Creo que si no podemos hacer lo mínimo, mejor sigamos dependiendo como buenos p. del dólar. Luego no jodamos con el tema del imperialismo.