jueves, 20 de diciembre de 2007

Una gran noticia

Aunque a mí me llegó medio atrasada. La OECD acaba de publicar por primera vez en su historia las Perspectivas Económicas para América Latina, un informe que lleva el más que atractivo nombre de LEO 2008 y fue presentado con bombos y platillos bien merecidos en Santiago de Chile el 7 de noviembre y en Washington el 6 de diciembre. El informe está dedicado a cuatro temas principales: política fiscal, fondos de pensiones y desarrollo del sector financiero, inversión extranjera y telecomunicaciones y, por último, la creciente relación comercial con China e India.

La introducción de Angel Gurría nos dice que las perspectivas para el continente son positivas ya que los beneficios de la globalización también se han hecho notar en América Latina, pero los desafíos siguen siendo importantes, lo que no es ninguna novedad. El crecimiento ha sido más bajo que en otras regiones y todavía no es ni sostenido ni sostenible, además de que es la región con más inequidad del mundo y el número de pobres –casi 40% de la población, más de 200 millones de personas– demasiado alto.

Aquí, como de costumbre, nos concentraremos en la parte fiscal, que es la que nos gusta tanto. El documento hace una analogía de lo más interesante entre buen gobierno y legitimidad en el terreno político y en el fiscal. Dice que así como los buenos gobiernos democráticos le dan legitimidad a la democracia al aumentar la confianza de la gente en este sistema de gobierno, las buenas prácticas fiscales, es decir el manejo serio y responsable de los ingresos fiscales y el gasto público, hacen que la gente confíe en el Estado como participante activo de la vida económica y se vea más incentivada para pagar impuestos.

Pero, desgraciadamente, la legitimidad fiscal no parece ser demasiado alta en América Latina. Según las encuestas, apenas un poco más del 20% de la población creía en el 2005 que los impuestos que pagaban se gastaban bien, aunque hay que reconocer que las cosas iban por buen camino: en el 2003 ese porcentaje era sólo del 15%. En Argentina, por ejemplo, se pasó de 17% en 2003 a 21% en 2005. Según la OECD, tamaña falta de confianza es porque los sistemas de impuestos y beneficios sociales latinoamericanos sirven menos para redistribuir el ingreso que en otros países de la OECD y así pierden credibilidad.

La tabla siguiente ilustra lo poco redistributivos que son los sistemas fiscales latinoamericanos.



Vemos que el índice de inequidad baja apenas 2 puntos en América Latina después del pago de impuestos y transferencias, mientras que baja casi 15 puntos en Europa. En conclusión, en la región no hay distribución del ingreso a través del Estado. Para empeorar las cosas, hasta los sistemas de seguridad social son regresivos; en los programas con más peso, los beneficios van hacia los más favorecidos y los programas más progresivos son pocos y con poco dinero.

Los consejos de la OECD para la región no son desconocidos para los que leen este blog: más gasto público, pero de mejor calidad y más justo, en educación, salud, infraestructura e innovación. Desde el punto de vista de los ingresos, recomiendan eliminar exenciones y así reducir el gasto impositivo porque las exenciones benefician más a los ricos que a los pobres y aumentar la proporción en los ingresos fiscales de los impuestos directos. Sólo aumentando la base impositiva y mejorando la calidad del gasto se obtendrá la famosa legitimidad fiscal que a su vez sirve para reforzar la legitimidad democrática.

Y parece que Chile ya va en camino de hacerse miembro ¿qué tal?

3 comentarios:

Musgrave dijo...

Ana C, me parece que los datos de la OCDE tienen problemas, Brazil no es más equitativo que Argentina.

Y tanto más inequitativo es Chile que nosotros?

Ana C. dijo...

Los datos de la OECD los toman del paper que está como fuente al final del cuadro. Suele haber bastante variación en las medidas de equidad y por eso le pueden parecer un poco raras. De todas formas, podemos suponer que la metodología es más o menos la misma para todos los países.

Además lo que interesa acá es el efecto distributivo de los impuestos y los beneficios sociales que, bueno, también depende mucho de cómo se calcule.

Anónimo dijo...

Musgrave, es el primer paper de la OECD sobre perspectivas de LatAm, tampoco te pongas tan exiquisito...o ¿acaso tu primer paper era bullet proof!?
Ja!!

¿Bolivia solo "un poco" más inequitativo que Chile?...